martes, 31 de marzo de 2009

MALTRATO contra los animales: práctica que debe acabar



Entre las cosas horribles e indignantes que pasan en este mundo, está el maltrato contra los animales. Una práctica aborrecible, si tomamos en cuenta que los animales muchas veces no comprenden la situación por la que están pasando, y esto hace que su sufrimiento sea enorme. Y sobre todo, los animales pequeños, que muchas veces no pueden escapar del maltrato (psicológico o físico) ya que están encerrados, o privados de su libertad.


Cuando hablo del maltrato, no solo estoy hablando de la tortura, que ya de por si es indignante y como para horrorizar a cualquier persona que tenga un mínimo de bondad. Hablo también del maltrato psicológico, los golpes, la falta de atención, y otras prácticas que sin ser necesariamente tortura constituyen un maltrato.

Esta columna va dedicada a esos animales. A los animales que en este momento están padeciendo maltratos, depresión como consecuencia de su situación y por supuesto, dolor físico y tormento psicológico. Pero esta columna no es solo para llamar la atención en torno a un mal, ni la escribo con el ojeto único de indignar a quien la lea. Tampoco la escribo unicamente para lamentarse de esa situación y no hacer nada.

No. Esta columna es con el objetivo de llamar la atención, ciertamente, pero también para reflexionar en torno a la culpa que todos tenemos para que eso suceda. La culpa que todos tenemos al no hacer nada, ya sea por comodidad, por apatía, por creer que no se puede hacer nada, etcétera. En fin, la culpa con la que todos cargamos por el cómplice silencio y hasta por el error de considerar que los animales son propiedad privada, y que los dueños pueden hace con ellos lo que quieran.

Pero no, eso es pura mentira. Los animales son seres vivos, que sienten (dolor, tristeza, depresión, sufrimiento, én fin). Eso es mas que suficiente para lamentarnos de su sitaución, y para considerar que tienen derechos que les asisten. Eso es suficiente para indignarnos por el maltrato que reciben, y para dejar de lado esa estúpida creencia de que los animales son esclavos u objetos. Lamentemos o no el maltrato a los animales, ellos tienen derechos, y esos derechos no deben de ser violados. Detener el maltrato contra los animales nos hace ser una civilización mejor, y es un deber que la humanidad, si es racional, lleva a cuestas.

Esta columna está dedicada a los animales que sufren maltrato, pero también se escribe como un pequeño grano de arena de mi parte para acabar con esa situación. Un grano de arena que de algo servirá. Esta columna tiene dos objetivos principales: uno, llamar la atención en torno a un mal y reflexionar en torno a la culpa que tenemos, y; dos, proponer soluciones para acabar este problema.

Hace unas semanas, recibí en mi correo electrónico, unos videos en torno al despellejamiento de focas y mapaches, para aprovechar sus pieles y venderlas. Lo indignante y verdaderamente mostruoso es que esos pobres animales estaban vivos, y así duran unos minutos después de quitarles la piel.

Pero en fin, ese es un ejemplo sanguinario y monstruoso del mal que sufren los animales. Aquí propongo algunas cosas que podemos hacer:

1. Dejar de comprar pieles de animales (el cine debe de dejar de promover esa vestimenta como símbolo de "elegancia" y "distinción").
2. Organizarnos los ciudadanos en agrupaciones para exigir a los legisladores y gobiernos que promulguen leyes contra el maltrato a los animales, y estar pendientes de que esas leyes se cumplan.

3. Castigar el maltrato contra los animales. Las autoridades deben de exigir a los criadores de animales buen trato (alimentación adecuada, cuidados, alojamientos adecuados, etcétera). En caso de no hacerlo, las autoridades deben de recoger el animal en cuestión. Los "dueños" de los animales deben de entender que ellos no pueden maltratar a un animal, y hasta se debería de ficharlos para que en lo sucesivo, no estén autorizados a tener un animal.

4. Hay que cuidar sobre todo a los niños. Hay que tomar en cuenta que los niños son personas muchas veces inconscientes. Esto hace que muchas veces cometan acciones con los animales pequeños que aparentemente no son malas, pero que le ocasionan al animal daño psicológico (tristeza, depresión o incluso miedo). Es preciso estar alertas en cuanto a lo que hacen, y detener esas acciones. Esto debe de hacerse enseñándoles a los niños que acciones pueden ocasionar miedo y daño psicológico.

5. Establecer como ley que las tiendas no vendan a cualquier persona un animal. Muchas veces, las personas que compran animales pueden ser abusadores o psicópatas que les gusta atormentar a los animales. Establecer condiciones de información que se soliciten a las personas que deseen adquirir animales: De que vive la persona, si tiene antecedentes penales, domicilio, etcétera. Además, establecer obligaciones que los criadores deban aceptar al momento de venderseles un animal. Obligaciones que estén siendo evaluadas.

6. Castigar a quienes ejerzan la veterinaria sin permiso. También, castigar a veterinarios crueles que hagan experimentos con animales.

7. Establecer como obligación por parte de veterinarias y tiendas de animales, tener en buenas condiciones a los animales.

8. Establecer como obligación a los restauranteros y dueños de tiendas de comida tener en buenas condiciones a los animales, además de practicar métodos humanos de matarlos.

9. Los gobiernos locales deben de tener un servicio para recoger a animales de la calle. Tanto para evitar que caigan en malas manos como para acabar con el sufrimiento de muchos de ellos. Si un animal llega enfermo, debe de ser tratado por veterinarios. Tanto los animales que puedan sanar como los que lleguen en buenas condiciones deben de ser puestos en adopción (con las condiciones antes fijadas para vender animales).

10. Los animales de la calle que padezcan una enfermedad incurable, deben de ser humanamente sacrificados.

11. Por último, denunciar el maltrato de animales.

Recuerda, si tu fueras animal, no te gustaría que te maltrataran. Y menos, que lo hicieran con el cómplice silencio de la sociedad. Hagamos algo por esos seres que sufren en silencio. Solo así, podremos pensar en un mundo mejor. Solo así, podremos empezar a imaginar un mundo que se encamina a la felicidad y a la dicha.

1 comentario:

  1. Buena columna. Mientras cada uno de nosotros no entandamos que podemos cambiar, las cosas no mejoraran. Te seguire leyendo, miguel.

    ResponderBorrar