viernes, 6 de noviembre de 2009

TOTALITARISMO mas allá de la ficción




La historia comienza en noviembre de 1984. Lugar: República Democrática de Alemania (Alemania Oriental). La Stasi, policía secreta del régimen socialista de la Alemania Oriental, oprime al pueblo alemanoriental mediante la intimidación, el chantaje, el terror y el espionaje. Cientos (quizá miles) de alemanes orientales sufren la mala suerte de caer en manos de esta policía siniestra y criminal.

En este ambiente, se desenvuelve el agente Gerd Weisler. El es un hombre duro, formado en la policía que sirve al sistema político de su país. A pesar de poseer la suficiente brutalidad en sus métodos de interrogatorio, Weisler está convencido de lo que hace. El cree que lo que hace para la policía protege a su país, y sirve con devoción y pasión a su causa.

Es en 1984, cuando un importante y poderoso miembro de la clase gobernante pone sus ojos en una actriz, de nombre Christa- María Grubitz, con intenciones nada decorosas. Por este motivo, el hombre en cuestión hace que la Stasi ordene espiar a ella y su pareja, un intelectual fiel al sistema a pesar de no creer mucho en la ideología que lo sostiene. El dramaturgo en cuestión se llama Georg Dreyman. El objetivo es quizá descubrir fallas de la pareja de Christa, deshacerse de él y en seguida, que el funcionario se quede con la chica. El funcionario ya había obligado antes a Christa a ceder a sus deseos, bajo el riesgo (o la amenaza, mejor dicho), de que si no procedía de tal manera, su carrera quedaría anulada. Anulada por decisión de esa siniestra cofradía de pillos que gobernaban, en noviembre de 1984, a Alemania Oriental. La clase dorada que mantenía su aparato estatal bajo el pretexto noble de los intereses del proletariado.

Weisler, precisamente por su lealtad al sistema y su fama de experto, es escogido con tal fin. El citado oficial manda colocar micrófonos en áreas del departamento de la pareja que va a espiar (en los apagadores, generalmente). Instala un centro de espionaje en una parte abandonada del edificio, en donde se auxilia de un ayudante. Incluso, amenaza a una vecina de la pareja que observa cuando los agentes ponen micrófonos con que si dice algo, la hija de ella estará negada a la universidad (y en el régimen “comunista” era de capital importancia la universidad, para salir algo de la postración económica).

Empieza así toda una intriga y una historia que cambiaría la vida de Weisler. A pesar de su brutalidad, el agente es de nobles sentimientos, enemigo jurado de utilizar el aparato policiaco con fines personales. Justamente por eso, va simpatizando con la pareja, al ver que son personas de bien. Lo espía todo: cuando hacen el amor, las pláticas, y hasta cuando la chica llega destrozada al departamento tras de su aventura de noche con el funcionario que la pretende (su obligada aventura). Esta parte de la historia es fundamental en la transformación de Weisler: cuando ve que llega llorando, llama a su pareja y hace que este salga del departamento. Dreyman se da cuenta de la infidelidad de su novia, y hasta discute con ella el asunto. Cuando una noche después, Christa se dispone a ir de nuevo con el funcionario, Weisler platica con ella en una cafetería estatal, y la convence de que desista.

Entre tanto, un amigo de Dreyman, anterior disidente que había sido despedido de su profesión por sus críticas al régimen, se suicida. Dreyman pasa así de la pasividad política a la acción. En compañía de amigos, redacta un artículo que habla de los suicidios en la Alemania Oriental por motivos de desesperanza ante un contexto de totalitarismo. Idea maneras de pasarlo a Occidente.

Weisler, que observa todo, decide no denunciar la tentativa, y en los informes que envía a su superior inmediato, deforma los hechos. En lugar de escribir lo que su vigilado y compañía planean, escribe que los citados intelectuales preparan una obra para conmemorar el infame muro de Berlín. Weisler se da cuenta de la situación siniestra que el totalitarismo le otorga, y así, de ser un fiel servidor del régimen, comienza un proceso de dudas y disidencia interior.

El funcionario poderoso que había planeado el espionaje, furioso por el hecho de que Christa no se reunió con él, presiona para que se actúe contra la pareja. La actriz es detenida cuando compraba pastillas de contrabando, y es interrogada por Weisler, aunque no con la brutalidad con la que el agente interrogaba en el pasado. La chica revela el lugar del departamento en donde están escondidas las pruebas intelectuales de disidencia de su pareja, y Weisler informa a sus superiores. Pero cuando estos proceden a ir al departamento, Weisler se les había adelantado, con el objeto de esconder las pruebas (lo cual hace de manera exitosa). Dreyman, al ser cateado su departamento, se comporta de manera arrogante con su pareja (Christa) dándole a entender que él cree que lo delató, y esta sale corriendo hacia la calle, siendo atropellada y muriendo en el acto, dejando a Dreyman en un mar de dolor. Weisler y los demás observan la escena, y ante la falta de pruebas, concluyen en suspender lo que se supone tendría que haber sido una exitosa aprehensión. Weisler queda impactado con la desdichada escena, y al dejar a su superior en su casa, este le informa que ha sido despedido y que se olvide de su carrera prometedora. Le pronostica que pasará muchos años de su vida como burócrata de tercera categoría, colocando sobres. Esto ocurre en marzo de 1985.

Cuatro años después, Gerd Weisler es un burócrata que se dedica a ensobrar para la burocracia comunista. Es un hombre que no cree en el régimen que lo oprime, pero al que sirvió en el pasado con entera dedicación (oprimiendo a los demás). Es el 9 de noviembre de 1989. Mientras realiza su trabajo, un compañero escucha que el muro ha sido derribado, y que por lo tanto el régimen socialista totalitario caerá de un día para otro. Lleno de felicidad, informa del feliz acontecimiento a sus compañeros. Weisler está entre los que aprueban lo que en otro tiempo hubiera detestado, pero no celebra con la misma pasión que los demás. Quizá por el hecho de que el está consciente de haber contribuido (aunque fuera por sincera convicción) con lo que en ese día se derribaba estrepitosamente.

Dos años después, Dreyman asiste a una obra de teatro (esto cuando la reunificación ya había tenido lugar, y cuando lo que había sido Alemania Oriental vivía en pleno capitalismo y democracia, aunque también en medio de dificultades y penurias económicas). Por alguna razón, no puede completar la obra, y sale de la sala. En eso, se encuentra al ex funcionario poderoso que había ocasionado que lo espiaran años atrás. Cuando Dreyman le pregunta porque no fue espiado, el antiguo político le responde que si lo fue, e incluso le sugiere que revise en los apagadores de su casa. Dreyman se sorprende de lo que el ex funcionario comunista le confiesa, revisa los apagadores de su departamento y se da cuenta de los micrófonos. Acude a los archivos públicos a revisar, y queda impactado cuando descubre que lo que hacían había sido reportado. Entonces se da cuenta de que el agente que escribía los reportes lo había ayudado, al ocultar lo que en verdad realizaba hacía ya más de un lustro. Dreyman investiga la identidad del agente. Cuando descubre que el hombre en cuestión es Gerd Weisler, va a buscarlo, y lo encuentra trabajando como empleado. Se dispone a ir a saludarlo y darle las gracias, pero inesperadamente se detiene. El intelectual decide marcharse del lugar. El empleado Gerd Weisler ni cuenta se da de que estuvo a unos cuantos metros del hombre a quien espió, y que contribuyó en cierta medida a su cambio interior.

Dos años después (1993) Weisler se toma un descanso de su trabajo al pasar frente a una librería. Entra a ella a ver libros, y descubre un título escrito por el dramaturgo al que en el pasado espió. Cuando abre las hojas y revisa las primeras páginas, encuentra la clave de identidad que tenía asignado, con una dedicatoria para el “agente bueno”. Conmovido, Weisler decide comprar el libro. Cuando la empleada le pregunta si lo quiere como regalo, el antiguo oficial le responde que no, pues el regalo es para él.

¿Ocurrió en verdad esta historia? Por supuesto que no. La historia contada es ficticia. Es de la película “La vida de los otros”. Una película excelente que muestra el grado de infamia y opresión de los sistemas totalitarios. La película se exhibió en 2007, pero vale la pena reseñarla hoy que están a punto de cumplirse los 20 años de la caída del muro de Berlín. La fecha en que se cumplen dos décadas es el 9 de noviembre de 2009.

Sin embargo, pese a que la historia es ficticia, la situación ahí mostrada es real. En el mundo habrá personas que vivieron una situación semejante (en la Alemania Oriental o en cualquier otro país). Y es seguro que historias semejantes existen aun en las actuales dictaduras totalitarias (Cuba, Irán, Corea del Norte, Camboya, Myanmar, etcétera). La cinta tiene el mérito cinematográfico de mostrar con total crudeza la vida en un sistema totalitario, en donde los intereses del Estado son primordiales a los de los individuos. En donde los individuos no son más que máquinas esclavizadas a favor de una casta gobernante (que no clase social) que tiene el privilegio de todo, incluso de caer en las actitudes que esa casta rechaza retóricamente. El dominio de la casta socialista- comunista se justificaba, al decir de sus miembros, en razón de crear un mundo en donde nadie pensara jamás en los lujos, nadie tuviera ambiciones materiales ni propiedades en los medios de producción (negocios, tierras, fábricas, bancos u otras cosas). Un mundo en donde nadie estuviera dedicado al placer. Como demuestra la película, en realidad la casta comunista- socialista disfrutaba de todos los lujos (adquirían yates, manejaban limousinas, vivían en departamentos lujosos, quintas y hasta mansiones, y ¿Por qué no? Seguramente viajaban de vacaciones al mundo capitalista, el infierno en donde “los trabajadores se morían de hambre”). Si un mérito tiene esta genial cinta, es el demostrar en cine la horrible y desesperante vida en un régimen totalitario, en un mundo en el que ni el respeto a la dignidad humana está garantizado. Un mundo en donde hay que humillarse para no padecer represalias. Esta cinta es para el cine lo que la novela “La fiesta del Chivo” es para la literatura. La aclamada novela, escrita por el peruano Mario Vargas Llosa, describe en una novela lo que la cinta de Florian Henckel Donnersmarck en el séptimo arte: la vida en una dictadura militar o totalitaria.

Bien vale la pena que el 9 de noviembre se haga honor a “La vida de los otros”.

martes, 3 de noviembre de 2009

MURO de Berlín: Entre el recuerdo y el olvido




El próximo 9 de noviembre, se cumplirán 20 años de un suceso que conmovió al mundo entero, y que marcó la fase final de una etapa histórica conocida como "guerra fría": La caída (televisada) del infame muro de Berlín. Casi 20 años que hoy se dicen muchos, aunque el suceso en cuestión se recuerda todavía en la memoria fresca de quienes lo presenciaron, ya sea en vivo o por medio de la televisión.

Un infame muro que durante mas de veinte años separó en dos mitades una ciudad ya dividida en zonas desde la segunda guerra mundial. Un muro que simbolizó durante tres largas décadas opresión y miseria; desesperación y hartazgo.

¿Existe hoy en la actualidad conciencia de lo que se vivió durante el régimen totalitario? ¿Se ha profundizado en los orígenes de ese muro que fue derribado por la ciudadanía de Berlín Oriental?
La división de la ciudad (Berlín) en zonas de ocupación ocurre en el momento en que Alemania es derrotada en la segunda guerra mundial, gracias al avance sobre la ciudad del ejército rojo soviético, y a las armas, medicinas y alimentos con los que Estados Unidos proveyó al ejército de la potencia comunista.

Alemania quedó dividida en cuatro zonas de ocupación, cada una de las cuales quedó en poder de las potencias vencedoras en la segunda guerra mundial: Francia, Gran Bretaña, Estados Unidos y la Unión Soviética. La zona de la URSS fue la parte oriental del país.

Berlín (ubicada dentro de la zona soviética) quedó dividida, a su vez, en cuatro zonas, también en poder de las mismas potencias. Sin embargo, cuando comienza la guerra fría, el control de Berlín se hizo imprescindible para ambas potencias dominantes (Estados Unidos y la URSS). Los soviéticos intentan controlar todo Berlín, e incluso hostigan con ese fin. En su zona de ocupación, los soviéticos establecen una dictadura análoga (en todos los sentidos) a la de su país. El régimen "comunista" (en realidad, socialista totalitario) rapidamente ahoga a sus ciudadanos en una opresión totalitaria similar a la de los nazis, con el agravante de que la postración social y económica se hizo patente. En estas condiciones, es natural que muchos ciudadanos de Berlín Oriental se escaparan a la zona occidental. Por su parte, Berlín Occidental se convierte en una grieta para el régimen socialista de Alemania Oriental y en general de la Europa secuestrada. Una zona de prosperidad, democracia y al mismo tiempo, de espionaje al bloque socialista.

Los soviéticos intentan destruir esa isla de capitalismo y de democracia. En 1948, tropas soviéticas, por orden de Stalin, bloquean a Berlín Occidental con el objetivo de cortar las vías de suministros a la ciudad, y con esto, rendirla y someterla al bloque del cruel autócrata del Kremlin. Estados Unidos y sus aliados responden con un puente aéreo con el que logran derrotar los propósitos de la URSS, y con esto, el suministro de la ciudad se ve asegurado. La potencia socialista retira sus propósitos, por el momento.

Fue durante los años siguientes, en la década de los cincuenta, cuando se hace evidente la constante deserción de ciudadanos alemanorientales a Berlín Occidental. Es en este contexto de crisis de dominio del bloque socialista, y de guerra fría contra el mundo capitalista, cuando la URSS ordena la contrucción de un muro con el fin de evitar la huida de los ciudadanos de Berlín Oriental a Occidente.

El 13 de agosto de 1961, la ciudad amanece con un muro de alambres de púas en la línea divisoria, instalada por las tropas del bloque socialista. Con esto, los alemanes orientales quedaron imposibilitados de huir de la zona soviética de manera fácil y sin arriesgar la vida. El muro pronto fue levantado con cemento y concreto, y quedó como símbolo de opresión y miseria en la guerra fría.

La construcción del muro fue un momento particularmente tenso de esta etapa de la historia (guerra fría). Tropas del bloque socialista y del bloque capitalista fueron desplazadas a ambos lados de la línea divisoria (en donde se estaba construyendo el muro). El muro, además, provocó una situación que ya ha quedado para la historia colectiva: la separación de amigos y familiares. Personas que quedaron del lado oriental cuando el muro se levantó, se vieron imposibilitados de volver a ver a familiares o amigos que tenían en el otro lado. Sobre este drama histórico existe una cantidad extraordinaria de relatos o testimonios (escritos o hablados).

Comienza así un capítulo de la historia de Alemania Oriental marcado por la separación familiar, la opresión totalitaria y los intentos (existosos o fallidos) de ciudadanos por cruzar el muro. Ideas de todo tipo se idearon, como constuir túneles que llegaran al lado occidental, globos aerostáticos que se elevaran por encima del muro, intentos por cruzar la línea burlando a los guardias que custodiaban el muro, etcétera. Según la página electrónica http://www.historiasiglo20.org/, aproximadamente 5000 personas consiguieron su propósito de cruzar el muro. La citada página consigna que un número semejante fracasó, y que 191 cuando menos (se me hace muy poco, en lo personal) perdieron la vida en su tentativa de llegar hacia la libertad.

El muro provocó el rechazo de la opinión pública mundial. A pesar de todo, la URSS y el bloque socialista lo mantuvieron, y el infame muro era objeto de celebraciones oficiales.

Sin embargo, en los años ochenta la situación cambiaría de manera radical. En la URSS, Mijail Gorvachov es elegido Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS) en marzo de 1985. Hombre de ideas democráticas a pesar de ser parte de un sistema totalitario, Gorvachov pone en práctica políticas de apertura económica y política: perestroika y glasnost. La glasnost (apertura) significaba ir desmantelando el rígido sistema totalitario, e ir liberalizando la política. Estas reformas tuvieron un enorme y trascendental impacto en el bloque socialista. Los sistemas socialistas de Europa Oriental comenzaron a enfrentar revoluciones, y como consecuencia de estas, el totalitarismo fue cayendo. En Polonia, el movimiento Solidaridad derroca de manera pacífica al gobierno. En Checoslovaquia, la revolución de Terciopelo traen la misma consecuencia. Los demás sistemas totalitarios fueron cayendo en cascada: Bulgaria, Macedonia, Hungría, Rumania, etcétera.

En Alemania Oriental, la crisis del régimen totalitario se hace evidente durante la segunda mitad de los años ochenta. La Stasi (policía secreta de ese régimen) deja de ser funcional a la clase gobernante. En noviembre de 1989, felizmente, la ciudadanía derrota al régimen, el cual se rinde por cansancio y decadencia. La renuncia de Erich Honecker no logra calmar los intentos de la oposición el pueblo de acabar con el control oficial, y las autoridades de Alemania Oriental decretan el permiso de migración. El 9 de noviembre, una multitud entusiasta y triunfante derriba el famoso" muro de la vergüenza", como había sido calificado el muro de Berlín. El hecho fue televisado a nivel mundial.

Este suceso da fin a una etapa dramática en la historia de Alemania, que había comenzado, no con el fin de la segunda guerra mundial, sino con el ascenso, en 1933, de Adolf Hitler como gobernante supremo de la potencia europea. La era del totalitarismo en suelo alemán inició con el fortalecimiento de la dictadura racial y fanática de Hitler, y llegó a su fin, en Alemania Oriental, con la caída del Muro de Berlín.

También llegó a su fin, según algunos, una etapa de la historia: la guerra fría. Por supuesto que esto no es del todo exacto. Todavía existía el régimen oficialmente comunista de la URSS, y mientras esta potencia siguiera gobernada por el régimen instaurado en 1917, no se podría dar como decretado el fin del mundo bipolar. En agosto de 1991, incluso, la vieja guardia del PCUS intenta dar un Golpe de Estado para deponer a Gorvachov, el cual fracasa gracias a la acción y resistencia del pueblo soviético, liderado esta vez por Boris Yeltsin. El 25 de diciembre de 1991, la URSS se desintegra, y con esto, cae el régimen "comunista" en las repúblicas que integraron la URSS. Este suceso marca, ahora sí, el fin de la guerra fría.

Sin embargo, el fin de la guerra fría, visualmente hablando, se simboliza con la caída del muro de Berlín. Hoy en la actualidad, el proceso de transición de Alemania Oriental al sistema democrático y de libre mercado en lo económico (logrado con la reunificación alemana en octubre de 1990) aun enfrenta, en parte, las dificultades que en los primeros años se manifestaron intensamente. Una cicatriz ha quedado en la ciudad, como recuerdo de una etapa absurda de opresión totalitaria, y también como prueba de las heridas que dejó la segunda guerra mundial. Un muro lleno de recuerdos, y al mismo tiempo, un drama histórico que se desvanece en la memoria de las nuevas generaciones.








martes, 20 de octubre de 2009

LUZ y Fuerza del Centro: Hora cumplida




El domingo 11 de octubre, el presidente de México Felipe Calderón tomó una decisión histórica, que ya hacía falta desde muchas décadas atrás: en base a las facultades constitucionales del Ejecutivo Federal, se decretó la supresión de la Compañía de Luz y Fuerza del Centro, la empresa estatal que operaba en el ramo de electricidad en la capital del país.

La decisión se tomó en el contexto de un conflicto al interior del sindicato que operaba en esa ineficiente y ya histórica empresa. El motivo del conflicto era claro, y bastante común entre los sindicatos que nacieron al amparo del oficialismo priista de los viejos tiempos: un fraude sindical en la elección de la dirigencia. Martín Esparza, representante de ese tipo de sindicalismo ahora asociado a la izquierda populista, es sin lugar a dudas un ejemplo arquetípico del líder sindical enriquecido con el erario y las cuotas de sus afiliados. Entre las colecciones de este líder sindical, según varias versiones documentadas, se encuentran caballos, caballerangos, gallos de peleas y hasta entrenadores (se supone que tendrá algún gran rancho, sino es que varios). Todo un líder charro, en el doble sentido de la palabra: le gustan las aficiones típicas de los charros y el es un líder ejemplar del charrismo sindical.

Valiente decisión la que tomó el gobierno federal. Y es loable comparada con la iniciativa absurda y populista de este mismo gobierno de aumentar un 2 % el IVA. Iniciativa que lo único que va a causar (si se aprobara) sería obstaculizar la prosperidad de los empresarios medianos, chicos y micro, además de causar un aumento de precios. Esta decisión de liquidar una compañía ineficiente (y por ende, de desbaratar un sindicato corrupto y amafiado) es loable y da un nuevo aire a la gris administración actual.

Como era de esperarse, la decisión de Felipe Calderón tomó reacciones distintas en la sociedad. El PAN, obviamente, apoya la decisión. El PRI declaró su apoyo a la iniciativa, aunque después de haber criticado al presidente en torno al tema. La mayoría de la sociedad apuesta al apoyo del gobierno federal (sobre todo, los habitantes de la zona donde operaba esa ineficiente compañía).

El apoyo al sindicato llegó de donde se esperaba: la retrógrada y populista izquierda mexicana encabezada por AMLO, el PRD en pleno, PT y otros partiditos. Esa izquierda que lamentablemente, es mayoría entre las filas de la izquierda mexicana (y mayoría en la izquierda de casi todos los países de América Latina). Apoyo vergonzoso, que de seguro tendrá costos políticos (y qué bueno que así sea).

Por ejemplo, Andrés Manuel López Obrador criticó al gobierno federal con esta pregunta: “¿No tiene problemas de conciencia después de firmar un decreto para dejar sin trabajo a 40 mil trabajadores?”. Pregunta verdaderamente absurda y llena de demagogia (hecha al final de una marcha en apoyo al sindicato) pues en el mismo mensaje en donde anunció la decisión, el presidente dejó muy en claro que los trabajadores desocupados serán indemnizados en los términos que señale la Ley Federal del Trabajo. Además, ¿cargos de conciencia? Por supuesto que el presidente ni los tiene ni debe tenerlos, pues el despido de trabajadores no necesariamente los empobrece (sobre todo si van acompañados de indemnizaciones generosas y de seguro por bastante tiempo) y además, mas gana el país desintegrando cuando menos un sindicato que ya tiene más de mafia organizada que de verdadero sindicato.

Por otro lado ¿Por qué seguir manteniendo a una empresa estatal que sangraba al país? En las columnas escritas a propósito del conflicto sindical que llevó a la desaparición de la empresa y a la decisión, el periodista Jorge Fernández Menéndez aporta datos de la sangría económica al país por parte del sindicato y la empresa: 42 mil millones de pesos recibió este año la empresa en subsidio (la liquidación del contrato colectivo costará unos 16 mil millones de pesos).

La supresión de Luz y Fuerza del Centro es una decisión importante, valiente y que tendrá resultados positivos al país (lo mismo que la supresión de la Secretaría de la Reforma Agraria y la Secretaría de Turismo). Decisiones que contrapesan la absurda “reforma fiscal” del 2 % y la no menos absurda decisión de apoyar la Contra Reforma Electoral del 2007, que obstaculiza la libertad de expresión.

La liquidación de Luz y Fuerza, mas las secretarías ya mencionadas, son equiparables a la decisión del gobierno anterior de desaparecer Banrural (Bandidal, según le denominaban sus críticos) en octubre de 2002. Esto a pesar de lo que digan AMLO y todos sus lambiscones seguidores.

lunes, 28 de septiembre de 2009

FABULA interesante




Alguna vez, checando mi correo, encontré un e-mail que trataba acerca de una fábula, una fábula hecha con animales, pero que expresaba dos situaciones reales respecto a la desigualdad, la injusticia y otras cosas: un ejemplo era dedicado a los países desarrollados, y la otra a los países pobres en donde el populismo y la demagogia son utilizados para satanizar al rico o al que progresa. Una fábula que explica la costumbre de muchos de vivir del gobierno (sería injusto decir que todos los pobres lo son por eso, pero está claro que muchas veces no se sale adelante por pereza y falta de ahorro). Esta fábula se llama de la siguiente manera: fábula de la hormiga y la cigarra. Me he tomado la libertad de cambiarle algunas cosas para detallar más. Dice así:

Versión clásica:

- La hormiga trabaja a brazo partido todo el verano bajo un calor aplastante. Construye su casa y se aprovisiona de víveres para el invierno.
- La cigarra piensa que la hormiga es tonta y se pasa el verano riéndose de ella. Además, gasta su tiempo de trabajo y sus medios en bailar y jugar.
- Cuando llega el invierno, la hormiga se refugia en su cómoda, confortable y térmica casa a disfrutar de la vida. Además, tiene suficiente alimento y vino para beber. Eso le dura hasta la primavera.
- La cigarra, tiritando de frío, pide ayuda como mendiga. No tiene que comer, sin embargo, la hormiga paga impuestos con los que la cigarra termina ayudada por el gobierno en casas de asistencia (que ni de lejos se comparan a la de la hormiga, pero que tiene lo indispensable para sobrevivir). La hormiga, además, hace ayuda filantrópica para que la cigarra disponga de más comodidades y hagan su situación más favorable.
- La hormiga se gana, así, el aprecio de la comunidad porque vive de su trabajo y esfuerzo, y socorre a los demás.

Versión mexicana:

La hormiga trabaja a brazo partido todo el verano bajo un calor aplastante. Construye su casa y se aprovisiona de víveres para el invierno.

La cigarra piensa que la hormiga es tonta y se pasa el verano riéndose de ella. Además, gasta su tiempo de trabajo y sus medios en bailar y jugar.

Cuando llega el invierno, la hormiga se refugia en su cómoda, confortable y térmica casa a disfrutar de la vida. Además, tiene suficiente alimento y vino para beber. Eso le dura hasta la primavera.

Pero antes de que la hormiga preste ayuda a través de la filantropía, y antes de que los impuestos de la hormiga los utilicen en socorrer a la pobre cigarra, ella organiza una rueda de prensa en donde un programa de televisión en vivo la presenta pasando fríos y hambres (entre otras calamidades). Se muestran, además, extractos falsos de la hormiga disfrutando de lo que le “roba” a la pobre cigarra (alimento, vino y comodidad).

Todo el mundo se sorprende de que la hormiga viva en abundancia y la cigarra en la pobreza (y esto en un país con muchos recursos naturales). La hormiga, tachada de “riquilla”, es objeto de las peores críticas. Se le acusa hasta de prepotente, influyente y explotadora. Bueno, ya en el colmo, hasta se le acusa de vivir así por tener un amigo en el gobierno, o una amante generosa.

Las asociaciones contra la pobreza, la APPO, la Sección 22 y la Comisión de Derechos Humanos se manifiestan delante de la casa de la hormiga y hasta la pintarrajean. Si la hormiga se defiende (o mejor dicho, trata de hacerlo) es acusada de utilizar la fuerza y la represión contra el pueblo.

Los medios de información escriben artículos, publican noticias, las pasan de viva voz y hasta analizan cada detalle de cómo la hormiga se ha enriquecido “sangrando a la pobre cigarra”. Instan al público a opinar en sus encuestas telefónicas y online, a través de una mañosa pregunta: ¿son partidarios de la igualdad o de la discriminación?

Respondiendo a la pregunta, el público se pronuncia por una ley sobre la igualdad y la no discriminación. También, se propone hacer una revolución contra la hormiga. Algunos, hasta proponen lincharla y castigarla con la “justicia popular”.

Los políticos, declarándose amigos de la justicia revolucionaria y de los más necesitados, proponen medidas para golpear el poder económico de la hormiga. Los impuestos a la hormiga son aumentados a más no poder, y hasta se le culpa por no hacerse cargo de la cigarra.

La hormiga, desesperada, trata de defender su causa, pero todo lo que dice es interpretado como arrogancia. En el río revuelto de calumnias, hasta se inventan cosas como de que la hormiga dejaba encerrada y sin comer a la cigarra. Decepcionada, empaca sus cosas para irse a un país donde su esfuerzo sea reconocido. Abandona su casa junto al vino y la comida (y todos los muebles de lujo que hay allí).

Al principio, la antigua casona de la hormiga se convierte en una casa de asistencia social para cigarras y pobres en general. Los alimentos y las medicinas se surten de una tienda del gobierno en donde siempre hay largas colas y un burócrata tomando y comiendo mientras ve el televisor y hace como que trabaja. La cigarra muere, con el tiempo, de sobredosis, de llevar una vida de holganza, borracheras en la antigua habitación de la hormiga y hasta de cierta desesperación por el burocratismo que reina en las propiedades de su rival la hormiga.

Con el tiempo también, ya nadie trabaja para salir adelante, el sistema social no se da abasto ante tanta demanda de mantenidos. La antigua casa de la hormiga deja de ser albergue, y en cambio se convierte en una casa de burócratas, en donde todos beben y comen lo que en el pasado dejó la hormiga. Disfrutan el lujoso comedor que perteneciera a esa trabajadora y emprendedora hormiga.

lunes, 21 de septiembre de 2009

VIOLENCIA & paz social ¿Ciclos?







· Nueva España, 1810

Al comenzar el siglo XIX, la antigua posesión española llamado “Reino de Nueva España” vivía una etapa de tranquilidad política, social y religiosa. A pesar de algunos hechos de violencia individuales, de esporádicas rebeliones y algunos conflictos, la paz se sentía en todo el reino colonial, incluso en el norte, donde las guerras indias habían finalizado casi a principios de la última década del siglo que terminaba.

Al comenzar ese siglo, la vida trascurría, como ya he mencionado, en santa paz. Y sin embargo, en la primera década del siglo que empezaba, se gestarían los detonantes para que estallara una rebelión, que traería de vuelta los tiempos violentos del inicio de la Colonia. Por una parte, la revolución francesa derivó en una dictadura imperial en manos de Napoleón Bonaparte, que tenía ambiciones de conquista en el continente. Esta situación vuelve conflictivo el panorama europeo, y las guerras no se hacen esperar. Como consecuencia de la invasión de España por parte de la Francia napoleónica, la autoridad central se debilita, y este proceso origina movimientos y conspiraciones independentistas en las colonias españolas de América (Nueva España incluida).

Por otra parte, el descontento social de criollos, indios, negros y castas se torna evidente. Esto, unido a las consecuencias del exterior, provocaron en Nueva España y en los demás reinos coloniales hispanos cruentas y sanguinarias rebeliones de independencia. La santa paz de la que disfrutaba la colonia se ve interrumpida, y una guerra cruel y sin cuartel se abate sobre la posesión española. Como consecuencia de esta rebelión, y de sucesos políticos en la metrópoli, la Nueva España se independiza el 27 de septiembre de 1821, pero la paz, lejos de llegar, continúa durante casi medio siglo después. Rebeliones, golpes de Estado, invasiones extranjeras e inestabilidad social y política, hacen de la vida del antiguo reino novohispano (ahora conocido como México) un constante sobresalto en cuestiones de medicina (epidemias y hambrunas provocadas por las guerras), de seguridad (bandidos en los caminos) y un constante estado de postración económica. La violencia que viene durante casi cincuenta años en la nueva nación independiente, es consecuencia del reacomodo de fuerzas de instituciones, grupos sociales y hasta grupos étnicos (en el norte, sobre todo en los estados de Chihuahua, Sonora, Coahuila y Durango se reinicia la guerra apache).

Esta situación continúa hasta que en 1876 llega al poder un dictador con suficiente talento de estadista y dosis de fuerza para negociar el reparto de los puestos públicos e imponer el orden: Porfirio Díaz. Se acaba un ciclo de violencia precedido por un estado de santa paz.

· México, 1910

En 1910, durante las celebraciones del centenario del inicio de la lucha por la independencia, México tenía casi treinta años de paz social, política y religiosa, a pesar de algunas rebeliones armadas en el campo (Tomochi, Yucatán y Sonora).

La paz, como expresó en un artículo el historiador Enrique Krauze, “se palpaba en los caminos, libres de bandidos buenos y salteadores malos”. El progreso económico era constante, notable y palpable. La infraestructura material del país fue exponencial durante esas treinta décadas.
Sin embargo, en el mismo año en que se celebraba el centenario de la independencia, estalló una rebelión en el pueblo de Cuchillo Parado, Chihuahua, en respuesta al Plan de San Luis Potosí del ex candidato Francisco I. Madero. El desgaste del grupo gobernante, y las divisiones en el seno de este, hacen que los factores de poder se debiliten, dando como resultado la expansión del maderismo. Rápidamente, la violencia se extendió por todo el país. Se acabaron las treinta décadas de paz social, y comenzó una era de destrucción material, muerte y epidemias. Esa fase, conocida como la revolución mexicana, que concluyó el 28 de julio de 1920 con el triunfo definitivo del régimen de la revolución, es la etapa más sangrienta desde que se acabó la etapa porfirista de paz y gobernabilidad. Sin embargo, el fin de la revolución no concluyó en otro ciclo de paz. Tres años después, estalló la rebelión delahuertista, y en 1926, estalla la rebelión cristera, que sembró la muerte y la destrucción durante tres años. Después vendrían la rebelión de la Empacadora, la vasconcelista y la cedillista. Sin embargo, al comenzar los años cuarenta, terminaría ese largo ciclo de violencia, y otra etapa de paz social y gobernabilidad tendría lugar.

· México, 2010
Desde los años cuarenta hasta los ochentas, México disfruta un período de paz social, tranquilidad política y gobernabilidad. El crimen está controlado y no existen grandes problemas de delincuencia (la delincuencia organizada no tenía tanto poder, y estaba controlada mediante la tolerancia y complicidad de la policía y de importantes miembros del grupo gobernante). El progreso económico fue constante durante la mayor parte de esa etapa de paz social (excepto en los años setentas).

Y sin embargo, esta paz social se terminaría en los ochentas. El crecimiento exponencial de las ciudades, la enorme corrupción en la policía y la crisis económica provocan un estallido de delincuencia en las ciudades que aun no termina. Si bien la crisis económica termina en los noventas, ya para entonces, el debilitamiento del régimen mexicano y el reacomodo de fuerzas hacen que la violencia en las calles perdure. El resquebrajamiento del sistema trae como consecuencia la violencia en las filas del partido oficial, y el narcotráfico se convierte en un poder autónomo, capaz incluso de desestabilizar la gobernabilidad del país. La ofensiva del gobierno de Calderón contra el narcotráfico solo evidencia lo evidente: el reacomodo de fuerzas tras la caída y crisis de un sistema generan ingobernabilidad social, y esto, como en las centurias anteriores, trae violencia, que solo termina cuando se encuentran otros factores de control y de reacomodo social, políticos y en algunos casos, hasta religioso. En el caso actual ¿Hasta cuándo acabará este estado de violencia general? ¿Qué factores de reacomodo se lograrán para acabar con esta violencia que ahora azota a México?

· Ciclos y teoría del péndulo

La teoría del péndulo, según la cual a una situación continúa otra y viceversa, es manejada constantemente por pensadores para explicar los ciclos cambiantes de un país, una época, etcétera. Por ejemplo, hay quienes afirman que a una generación conservadora, continúa una rebelde, y viceversa. A un gobierno conservador y de “derecha”, continúa otro de tendencias progresistas y de “izquierda”, y viceversa.

Es posible que esta teoría no sea exacta, pero es común que muchos la utilicen, y a veces esa teoría se aplica en determinados momentos de la historia. En el caso de la historia de México, y en el de todos los países, si ocurre esto en cuanto a la violencia y gobernabilidad. Sin embargo, ¿estaremos destinados a padecer ciclos de violencia después de disfrutar de ciclos de paz social?

Quizá en el futuro se logre una situación de paz que se mantenga de manera permanente, pero es claro que por hoy, México está repitiendo el libreto de 1810 y 1910. Si bien los motivos de violencia son otros, de otra naturaleza y otros factores (en la Nueva España de 1810, la violencia tuvo como causas el debilitamiento y descrédito de la Corona Española, la religión y cierto descontento social; en 1910, el desgaste del grupo gobernante y el descontento social y político; por último, en 2010, la violencia tiene que ver con el aumento de la delincuencia en las calles, el poder del crimen organizado, el resquebrajamiento del sistema político tras la democratización y factores de corrupción).

lunes, 24 de agosto de 2009

FIDEL Castro: Biografía, ocaso y fin


















Fidel Castro es quizá la última eminencia destacada de la guerra fría en América Latina. Hugo Chávez, actual dictador de Venezuela, es un personaje socialista que ha destacado y llamado la atención de los medios informativos, pero su fama comenzó cuando la guerra fría ya había terminado, y su mandato comienza en un mundo muy diferente al de la guerra fría. Fidel Castro es el último símbolo del socialismo latinoamericano de la guerra fría que continúa vivo. Justamente en este mes de agosto, en que cumplió 83 años, es cuando su etapa final de vida avanza inexorablemente hacia el ocaso. El ocaso de su figura, que sirvió de inspiración a muchos jóvenes en los sesenta y setenta, y que todavía hoy cuenta con admiradores que se sueñan en trajes verde oliva y barbas largas.

¿Cuándo llegará el final de sus días? El otrora héroe de la Sierra Maestra se encuentra oficialmente separado del poder (aunque en la práctica lo ejerce, si bien de manera menos enérgica y eclipsada su figura por la de su hermano, Raúl Castro). No se sabe con exactitud cuando llegará su fin, pero debe de estar ya muy cerca. En el momento de escribir estas líneas, probablemente le queden cinco años, y a lo mejor esta cifra exagera.

Cuando el ocaso de su figura llegue, y el fin de su figura se presente, sucederán cambios en Cuba, aunque no se sabe en qué dirección y en qué sentido. Es probable que su hermano Raúl, quien se quedaría en el trono revolucionario, se apodere del poder y establezca una dictadura oficialmente comunista, pero en la práctica económica capitalista. Cuba tendría un período de esplendor económico en medio de represión política totalitaria, como sucede en China (este tema lo analicé en otras líneas meses atrás). Podría darse el caso, menos deseable, de que Raúl Castro se convierta en una marioneta del venezolano Hugo Chávez, y así, Cuba quede en la órbita del socialismo del siglo XXI, que encabeza el déspota de Miraflores. Y también, podría darse el proceso largamente deseado por los demócratas (liberales, socialdemócratas o incluso de izquierda): la caída del sistema político y económico totalitario y socialista y dar paso a la libertad y la democracia; es decir, el sistema político que tuvo Cuba antes del 10 de marzo de 1952, cuando quedó anulado por obra del golpe de Estado del general Fulgencio Batista Zaldívar.

Cualquiera que sea el caso de la era posfidel, conviene repasar la vida de ese símbolo de la guerra fría: Fidel Castro. Es por eso que este trabajo pretende realizar una detallada biografía antes de que desaparezca. Antes de que el ocaso de su figura se encamine hacia el fin de su figura (legendaria o física).

· El origen

Fidel Alejandro Castro Ruz nació el 13 de agosto de 1926, en la localidad conocida como Birán, municipio de Mayarí, en lo que en ese tiempo se conocía como la Provincia de Oriente, ubicada, como su nombre lo indica, en la región oriental de la isla de Cuba.

Fidel Castro era hijo de un español, de nombre Ángel Castro, un hombre de situación económica privilegiada que llegó a poseer un número considerable de hectáreas de tierras. La mama de Fidel, Lina Ruz González, era la segunda mujer de Ángel Castro.

Desde muy chico, según algunas fuentes y conocidos, Fidel mostró un carácter fuerte y altanero. Se educó en escuelas católicas de Santiago de Cuba, como el Colegio de Belén. Tendía a mostrar rebeldía hacia las reglas y los profesores de las instituciones en donde estudió. Fue en el Colegio de Belén, durante su adolescencia, en donde comenzó a mostrar aptitudes y afición hacia la formación física y el deporte. Jugaba baloncesto y otros deportes que le dieron una buena condición física. También destacaba por su especial inteligencia.

Es en esta época cuando, según algunas versiones, comenzó a interesarse en la política. Existen testimonios de que Fidel Castro estableció contacto con el comunismo soviético. Según estos testimonios, Fidel Castro se convierte en agente de los soviéticos en Cuba. Salvador Díaz Verson, un experto en el descubrimiento de agentes nazis, fascistas y comunistas, Fidel se reunía con un reclutador soviético de nombre Gumer W. Bashirov, agente de la internacional estalinista que antes ya había operado en España. Este hombre, a decir de Díaz Verson, operaba no desde la embajada soviética en Cuba, sino desde su domicilio en el país, una casa ubicada en la calle segunda número 6 de Miramar. Esto ocurría en el año de 1943, cuando la segunda guerra mundial estaba en su punto más candente, y cuando seguramente los servicios secretos de Cuba y Estados Unidos estaban más preocupados en identificar a agentes nazis, fascistas y japoneses que a los del aliado coyuntural, la URSS. Quizá esto explique que las reuniones de Castro y otros jóvenes con el citado funcionario pasaran desapercibidas, aunque no totalmente desconocidas.

También, se cree que Fidel Castro tenía simpatías hacia el Eje Roma- Berlín- Tokio. Según estas versiones, Fidel presumía sus simpatías paseando en bicicleta con un ejemplar de “Mi Lucha” al frente. También cuentas estas versiones que incluso, Fidel tenía un mapa en donde marcaba las posiciones y los avances de los países del Eje en la guerra.

Cualquiera de estas dos versiones puede ser cierta, ya que Fidel Castro es indudablemente un hombre propenso a la megalomanía, la violencia y el delirio caudillista, además de ser enemigo de toda democracia. Stalin, o Hitler, o Mussolini bien podrían haber sido una fuente de inspiración en el joven Castro. Lo que sí es un hecho, es que Fidel debió tener ya un interés en la política hacia el verano de 1945, cuando comenzó a estudiar derecho en la Universidad de la Habana.

· El activismo

En septiembre de 1945, a los 19 años de edad, Fidel Castro comenzó su vida estudiantil dentro de la Universidad de la Habana, en la carrera de derecho. Pero no solo comenzó su vida universitaria. Comenzó su vida de activista político y, como señalan sus críticos, de gangster estudiantil.

El ambiente político de la universidad, y en general de los estudiantes de Cuba, era agitado. Ramón Grau San Martín era el respetado presidente de Cuba. Había en el país, desde 1940, una democracia admirada por muchos latinoamericanos. El país se encaminaba hacia el progreso económico y social, con estabilidad financiera, comercial y medidas de asistencia social, así como de leyes que protegían a los trabajadores. A pesar de que en el campo las tierras pertenecían en su mayoría a unas cuantas familias, la situación, aun en el campo, era mejor que en otras partes de América Latina. Sin embargo, durante el cuatrienio de San Martín, comienzan a ser comunes las luchas gangsteriles dentro de la universidad. Entre los líderes más temibles de esas organizaciones violentas se contaba Fidel Castro, a quien, según Carlos Alberto Montaner, la prensa de los años cuarenta ya mencionaba. Es en esos tiempos en que ocurren sucesos que marcarán la vida de Fidel Castro y que lo harán objeto de controversia.

A los 19 años de edad, en 1946, Fidel Castro le disparó, ante testigos, a un rival de nombre Leonel Gómez, hiriéndolo solamente. El incidente tiene varias versiones: unos afirman que lo hizo para vengarse del herido, en tanto que otros afirman que lo hizo para demostrar su valor y entrega a otra organización delincuencial.

En 1947, Fidel Castro se unió a una expedición de cubanos que pretendían derrocar al dictador de República Dominicana, Rafael Leónidas Trujillo Molina. El grupo expedicionario partió de Cayo Confite. Sin embargo, la expedición fracasó cuando fueron interceptados por un guardacostas de la Armada cubana. Según los apologistas de Castro, el joven expedicionario se lanzó al mar para escapar de la aprehensión, pero sus adversarios afirman que eso es mentira, que en realidad se escapó estando a unos metros de la costa cubana.

El 22 de febrero de 1948, es asesinado enfrente del cine de la Habana un rival de Fidel, de nombre Manolo Castro. Se cree que Fidel estuvo detrás del asesinato, e incluso hubo rumores de que el mismo Fidel le disparó a su rival. Fidel fue investigado por el crimen, pero la policía no parece haber llegado a conclusiones convincentes. Se sabe que un arma de fuego fue encontrada cerca del lugar del crimen, una muy parecida a la que compró Castro cuando lo de la expedición contra Trujillo. En el sepelio de Manolo, dos oradores acusaron a Fidel de haber participado en el crimen.

Oscar Fernández Caral, policía de la Universidad de la Habana y amigo de Manolo Castro, acusó a Fidel de haber matado a Manolo. El citado oficial, se sabe, trató por todos los medios a su alcance de llevar a Fidel Castro ante los tribunales y trabajó con ese fin. Pero el 4 de julio de 1948, estando enfrente de su casa, es asesinado con armas de fuego. Según algunos diarios, aun estando con vida, el oficial afirmo ante los presentes que acudieron a ayudarlo que Fidel es el que le había disparado. Al día siguiente, los medios informaron de todo esto, y el sospechoso fue investigado. No hubo testimonio en contra de Fidel, aunque se cree que esto se debió más al temor de testificar contra un líder gangsteril que por falta de testigos. El caso es que Fidel salió absuelto de la investigación de la policía y no hubo detenidos.

Fue entre el asesinato de Manolo Castro y Fernández Caral cuando ocurre un suceso histórico de particular importancia para el mundo: el bogotazo. Es decir, aquel proceso violento de la historia de Colombia en donde Fidel Castro participó como activista, y cuyo papel ha despertado controversia entre los historiadores y periodistas.

En abril de 1948, la capital de Colombia, Bogotá, fue la sede de la IX Conferencia Panamericana de la Organización de Estados Americanos (OEA). En ese evento se firmaría la Carta de Bogotá, que tendría el objetivo de luchar contra la pobreza de la región. Mariano Pérez Ospina era el presidente de Colombia en ese momento.

En ese mismo mes, se celebraría un congreso de estudiantes patrocinada por el dictador de Argentina, Juan Domingo Perón. Con ese motivo, Fidel Castro y otros compañeros viajaron a la capital colombiana.

En ese entonces, había un abogado y político llamado Jorge Eliécer Gaitán. Era él un hombre de ideas de izquierda y populistas, aunque no necesariamente comunistas. El 9 de abril, alrededor de la 1:30 de la tarde, Jorge Eliécer Gaitán fue asesinado a tiros cuando salía del edificio donde se encontraba su oficina. El pueblo, convencido de que Eliécer Gaitán había sido asesinado por orden del gobierno y de la alta burguesía, desató una ola de violencia que afectó a Bogotá por varios días, y que se extendió a otras ciudades del país. Hubo saqueos, incendios y actos de vandalismo difíciles de controlar.

Sin embargo, aunque en el imaginario colectivo el gobierno quedó como responsable del crimen, hay pruebas que sugieren que todo se trató de un plan comunista planeado desde Moscú, con la intención de asesinar al popular abogado y después utilizarlo como mártir en la lucha contra el gobierno de Colombia, Estados Unidos y el capitalismo en general. En este plan, supuestamente, participó Fidel Castro y los cubanos que viajaron con él. Se sabe, a confesión propia de Fidel, que él y sus compañeros habían concertado una cita con Gaitán alrededor de la hora en que fue asesinado (de hecho, Gaitán se dirigía a esa cita, y eso quedó plasmado en su agenda de actividades). Esa circunstancia ha acrecentado no solo la posible participación de los cubanos en una conjura prosoviética, sino que además ha generado la controversia de si Fidel participó en el atentado contra el popular político.

Años después, Juan Calvo, embajador de Colombia en Cuba entre 1955 y enero de 1959, afirmó que Fidel Castro y sus cuatro compañeros fueron los autores materiales del asesinato. Según el diplomático, los comunistas habían tratado de obligar a Eliécer Gaitán a sabotear la Conferencia Panamericana. Pero como él se negara, los comunistas lo sentenciaron a muerte. Fidel Castro y sus compañeros fueron las personas escogidas para tal fin. Juan Calvo, además, señala que Fidel acusó con el dedo a Juan Roa Sierra, el hombre que durante décadas ha permanecido en la memoria popular como el asesino material de Gaitán, y quien fuera linchado por la multitud aquel negro día. De ser cierto esto, entonces Fidel Castro sería el culpable del linchamiento de Roa Sierra.

Independientemente de que el asesinato de Gaitán haya sido obra de un loco, del gobierno colombiano o del comunismo, es verdad que Fidel Castro participó como agitador. Tomó un arma de fuego en la estación de policía y participó de los disturbios. Incluso hasta fue perseguido e investigado por la policía colombiana. Fidel y sus compañeros se refugiaron en la embajada de Cuba en Colombia, y huyeron en un avión fletado por el gobierno cubano.

El 10 de abril de 2001, The New Herald publicó una nota de un periodista de nombre Gerardo Reyes en donde asegura que un investigador estadounidense, Paul Wolf, había obtenido documentos que probaban que Fidel Castro había sido investigado por el servicio secreto de Gran Bretaña, conocido como Scotland Yard. El asesinato de Eliécer Gaitán quedará en la duda de si se trató de un acto perpetrado por el comunismo o el gobierno de Colombia. Y el papel de Fidel Castro en ese proceso de la historia colombiana quizá se conozca algún día totalmente.

De regreso en Cuba, Fidel se ocupó de sus estudios. Se graduó de la universidad en 1950 (obtuvo el título de Doctor en Derecho Civil). En ese período, Castro contrajo matrimonio con Mirta Díaz Balart, con quien procreó un hijo: Fidel Castro Díaz Balart, nacido en 1949. Además, Fidel Castro entró a la política partidaria durante su vida universitaria.

En los inicios de la década de los cincuenta, Fidel Castro se postuló como candidato del Partido Ortodoxo para el congreso del Estado, después de dos años de ejercer su profesión de abogado. Sin embargo, las elecciones no llegarían. El 10 de marzo de 1952, ocurre el suceso histórico de la historia de Cuba que cambió en 180 grados el destino del futuro gobernante.

· La revolución

El 10 de marzo de 1952, la democracia cubana fue destruida por un golpe de Estado (y hasta la fecha, no ha sido restaurada). El general Fulgencio Batista Zaldívar, quien era candidato presidencial para las elecciones de ese año, y quien entre 1940 y 1944 había sido uno de los mejores presidentes de Cuba, perpetró un golpe de Estado para apoderarse del poder, lo cual logra ese mismo día (el presidente depuesto, Carlos Prío Socarrás, se refugió en la embajada de México).

Batista dio inicio a una dictadura autoritaria y personal. Destruyó las elecciones libres y el federalismo, además de someter al congreso y al poder judicial a su voluntad. La libertad de expresión y manifestación fueron atacadas, si bien Batista nunca tuvo tentaciones totalitarias, y solo hostigaba a la prensa libre, sin acabar con los periódicos que se le oponían (una táctica de represión autoritaria contra la libre expresión consistió en obstaculizar, por medio de la fuerza policiaca, la difusión de noticias). El autoritarismo de Batista permitió algunas elecciones, pero estas estuvieron controladas por el gobierno y el aparato de Estado.

La corrupción estuvo a la orden del día entre los altos funcionarios de Batista. El dictador se enriqueció ostensiblemente (en 1958 era uno de los hombres más ricos de América Latina, según cálculos de algunos investigadores). Y como buen dictador, enriqueció a sus parientes y amigos, además de permitir el enriquecimiento de altos funcionarios por medio de las obras de gobierno. Batista se asoció a la mafia estadounidense (y por lógica, con la italiana que operaba en el país del norte). Meyer Lanski fue uno de esos gangsters que aprovecharon el clima de corrupción de esa dictadura. El clima de terrorismo y represión contra la oposición se fue haciendo cada vez más insoportable, a pesar de que nunca se pasó a un estado totalitario (solo autoritario). Individuos siniestros como Esteban Ventura Novo y el senador Rolando Masferrer se convirtieron en símbolos de la represión y la corrupción que reinaron en la Cuba batistiana. La única cualidad del gobierno de Batista fue que no destruyó la prosperidad macroeconómica de la isla. Cuba siguió siendo una potencia exportadora de azúcar y el nivel de vida era envidiable, comparado con la mayoría de Latinoamérica.

Fidel Castro, que vio obstaculizado su ascenso al congreso, comenzó a fraguar un plan para derrocar al gobierno. Reunió a un grupo de partidarios con la intención de iniciar una revolución. El plan consistió en tomar a sangre y fuego el cuartel militar de Moncada, en Santiago de Cuba, ubicado al sureste de la isla.

El 26 de julio de 1953, más de un año después del inicio de la dictadura, Fidel Castro y otros 120 revolucionarios asaltaron el cuartel del Moncada, aprovechando que ese día era festivo en la ciudad, y que algunos soldados estaban en descanso. Pero el asalto, si bien ventajoso al principio, se vio fuertemente rechazado por la guarnición. Además, el grupo guerrillero solo estaba armado de escopetas de caza. Esta situación llevó al fracaso de la tentativa, y muchos de los asaltantes murieron. Fidel se refugió en otro sitio alejado del campo de acción, hasta que se rindió y se entregó a la guarnición de la ciudad (en esto intervino el Arzobispo de Santiago, que de buena fe medió para otorgar garantías a los rebeldes). Fidel y su grupo iban a ser asesinados por orden del comandante de la ciudad. Sin embargo, la orden fue detenida y Fidel Castro, junto a otros asaltantes, fueron aprehendidos y sometidos a juicio (se dice que Fidel, cuando iba a ser asesinado, le dijo al oficial que iba a cumplir la orden, “Me puedes matar a mí, pero no podrás matar la idea que me ha traído aquí”). Los juicios contra Castro y sus seguidores ocurrieron durante la última parte del año. Fue en uno de esos discursos de defensa cuando Fidel pronunció unas palabras que se volverían famosas: “la historia me absolverá”. Después de un injusto y largo proceso, Castro y los demás fueron encarcelados en la isla de Pinos, ubicada al suroeste de la isla de Cuba. Durante su encarcelamiento, Castro y su esposa se divorciaron (Mirta era hermana de Rafael Díaz Balart, uno de los hombres ligados a Batista).

En 1955, Batista, confiado en su poder y con la intención de simular intenciones de tolerancia, decretó una amnistía para los presos políticos, la cual benefició a Fidel y a su hermano, Raúl Castro, quien había participado en la conjura de Santiago. Fidel Castro se dirigió hacia Miami, en Estados Unidos, con la intención de recabar fondos para un nuevo movimiento revolucionario. Posteriormente, en ese mismo año de 1955, se dirigió a México con la misma intención. Fue en este país donde conoce a la mayoría de sus futuros compañeros, entre ellos el médico argentino Ernesto Guevara de la Serna y al cubano Camilo Cienfuegos. Estando en México, Fidel y su grupo organizaron un movimiento guerrillero, razón por la cual fueron detenidos por la policía secreta, la temible Dirección Federal de Seguridad (DFS) (se afirma que el gobierno de Batista demandó la detención, en virtud de la solidaridad entre los países). Sin embargo, al poco tiempo después fueron puestos en libertad por órdenes del presidente Adolfo Ruiz Cortines, y a solicitud del ex presidente Lázaro Cárdenas. Castro continuó con el entrenamiento guerrillero durante un año. Se planeó una invasión a Cuba, con la ayuda de un grupo de revolucionarios que, dirigidos por un joven de nombre Frank País, operaba en la Sierra Maestra, ubicada al sureste de la isla y al oeste de Santiago de Cuba. Con tal objetivo en mente, el grupo de revolucionarios adquirió el yate Gramma, el cual partió del puerto de Tuxpan, en Veracruz. El movimiento revolucionario era conocido como “Movimiento 26 de julio” en honor del día en que fue atacado el cuartel de Moncada. La bandera fue decorada con el rojo y el negro, y el grito de batalla era “libertad o muerte”.

El 30 de noviembre de 1956 fue escogido para desembarcar en Cuba e iniciar el ataque contra las fuerzas de Batista. Esto en coordinación con el grupo de Frank País. Pero lo que nadie se esperó es que durante el recorrido en mar ocurrirían cosas que retrasarían la llegada a la Sierra Maestra.

El grupo revolucionario de Frank País atacó al ejército de Batista, como se había convenido (con ese acto, ocurrido a las 10 de la mañana del 30 de noviembre de 1956, inicia la revolución cubana). Sin embargo, como las fuerzas de Castro no llegaron, el grupo de País quedó derrotado, y muchos de los elementos fueron capturados y juzgados. El grupo de Fidel desembarcó el 2 de diciembre, siendo perseguidos por un velero de la Armada cubana. De un grupo de más de 80 personas, sobreviven solo algunos, los cuales fueron conducidos por Fidel a través del Pico de Turquino, de 2040 metros sobre el nivel del mar. Fueron auxiliados y hospedados por campesinos de la región. Entre diciembre y febrero del año siguiente, el grupo realiza ataques contra ciudades y poblados de la región de Oriente. Los soldados de Batista cometieron innumerables atropellos contra los combatientes y la población civil. Torturaron a simples sospechosos, e incluso algunos resultaron muertos. Por esas fechas, el gobierno de Batista ordenó publicar la noticia falsa de que los guerrilleros habían sido aniquilados, y que Fidel y su grupo fueron muertos (se llegó a afirmar que el cuerpo de Fidel Castro había sido encontrado).

Pero en febrero de 1957, el periodista estadounidense del influyente diario "The New York Times", Herbert Mathews, logra llegar hasta la Sierra Maestra y entrevistar a Fidel. Esa entrevista logró no solo informar al mundo de que Fidel estaba vivo, sino además proyectarlo como un héroe social, casi un Robin Hood latinoamericano. Esto dio impulso a la revolución. Ataques relámpago a ciudades y pueblos fueron el pan de cada día a partir de febrero. La resistencia cívica contribuyó con la recolección de fondos para comprar armas y sobornar a jefes militares del ejército. En ese entonces, además, hubo otros movimientos revolucionarios diferentes al 26 de julio, como el Directorio Revolucionario Estudiantil, el cual asaltó el palacio de Batista el 13 de marzo de 1957, con el objetivo de ultimar al dictador y restablecer la democracia.

El movimiento revolucionario de Castro afirmaba que tenía el objetivo de restablecer la libertad y la democracia, el imperio de la ley y la constitución de 1940. Por eso mismo, Castro alcanzó una popularidad y estima entre la población de Cuba. Batista mandó publicar ofertas de dinero para quien diera información que condujera a capturar a Fidel Castro, a su hermano Raúl y a sus lugartenientes, pero muy pocos se dejaron deslumbrar por esas ofertas. En cambio, los guerrilleros eran informados de todos los movimientos de las tropas del gobierno. Las acciones de resistencia incluyeron capturar veleros, volar puentes, destruir las comunicaciones y obstaculizar el tránsito en las carreteras. Castro llamó a una huelga general, pero esta fracasó como consecuencia de las acciones de Eusebio Mujal, líder gangsteril del movimiento obrero adscrito al dictador Batista.

En noviembre de 1957, cae en manos rebeldes la ciudad de Manzanillo, la primera ciudad de importancia que tomaron los rebeldes. Con esto, el movimiento revolucionario entra en una espiral de triunfos y éxitos. Batista estaba desacreditado diplomáticamente, su ejército era incapaz de mantener el orden a pesar de contar con armamento de Bélgica (se sabe que la corrupción era tanta, que eso desmoralizó a los soldados) y Estados Unidos decreta un embargo de armas a su gobierno. Esta decisión de Estados Unidos fue fundamental para el triunfo de la revolución. La revolución, además, contaba con el apoyo de los cubanos exiliados en Miami y países de Latinoamérica, como México y Venezuela (se formó toda una red que patrocinaba armas y fondos al movimiento armado). Cuando se exhortó por segunda vez a una huelga general, esta tuvo éxito. Finalmente, en los últimos días de diciembre de 1958 ocurre la batalla de Santa Clara, que el ejército de Batista perdió de manera definitiva al comenzar el año nuevo. Esta acción marca el triunfo de la revolución, y en las primeras horas del 1 de enero de 1959, Batista y su familia huyeron de Cuba a bordo de un avión (Batista se refugió en la República Dominicana, en tanto que miembros de su familia y colaboradores se refugian en Estados Unidos).

· El triunfo de un mito

El 1 de enero de 1959, con la huida de Batista, triunfa la revolución. Fue un día de felicidad para muchos cubanos, que festejaron el acontecimiento (en la Habana hubo actos de saqueo y vandalismo contra instituciones del gobierno depuesto, y en otras ciudades se realizaron actos similares). El pueblo creía que ese día iniciaba la libertad y la democracia. Muy pronto iban a descubrir el verdadero rostro del héroe idolatrado: Fidel Castro.

El 1 de enero, con el triunfo de la revolución cubana, se inicia el gobierno de Fidel Castro. Una nueva dictadura, que sería más represiva que la anterior, comenzaba con el triunfo de la revolución, pero en ese momento, solo muy pocos lo sabían, y todavía faltaba un breve período de libertades cívicas.

El 8 de enero, Fidel Castro hace su entrada triunfal a La Habana. Manuel Urrutia Lleó, jurisconsulto de Cuba que había apoyado legalmente la revolución castrista, fue nombrado Presidente Provisional, si bien Castro era el gobernante de la nación. En febrero, Fidel es nombrado Primer Ministro. En el discurso que pronunció ante la multitud que lo ovacionaba, prometió que llamaría a elecciones libres en un período de 18 meses.

Fue durante los primeros días del triunfo de la revolución cuando ocurren los famosos fusilamientos contra partidarios, soldados, soplones y torturadores de Batista. Esto estremeció a sectores del mundo entero (los fusilamientos se llevaron a cabo en muchas ocasiones contra inocentes). Sin embargo, en esos primeros días muchos estaban encantados con la revolución. Intelectuales y periodistas notables del extranjero viajaron a Cuba a presenciar el espíritu de felicidad y el ánimo festivo que el pais caribeño experimentaba, además de apoyar la revolución. Incluso publicaciones de ideología anticomunista, que después se convertirían en los más enconados críticos de Castro y su dictadura, publicaron artículos elogiosos de Castro y su movimiento. Caso típico es el de la revista estadounidense Selecciones de Readers Digest, que en mayo de 1959 publicó un artículo llamado “Fidel Castro y la liberación de Cuba”, escrito por la veterana de guerra Dickey Chapelle.

A pesar de que Fidel Castro aseguraba que el triunfo de su revolución no era el triunfo del socialismo totalitario, Fidel entabló relaciones con el partido comunista de Cuba. Los comunistas comenzaron a desplazar a antiguos seguidores de Castro en el gobierno. Fue a lo largo de 1959 cuando Fidel, gradualmente, va rebelando su verdadero rostro e intención: quedarse con el poder. Los hechos se suceden con rapidez. A mediados de año (en julio), renuncia a la presidencia Manuel Urrutia, presionado por el ala dura del castrismo, y después de ser atacado como “traidor” a la revolución (pidió asilo en la embajada de Venezuela y años después publicó un libro denunciando el totalitarismo de Castro). Fue colocado como presidente Osvaldo Dorticós Torrado, más fiel al castrismo. En octubre, Camilo Cienfuegos muere en un accidente de aviación (se cree que fue provocado por ordenes de Fidel debido a que Cienfuegos se oponía al socialismo totalitario). El 21 de octubre, es detenido Huber Matos, uno de los principales comandantes de la revolución contra Batista, por oponerse al comunismo y denunciar la infiltración de esa ideología en el periódico de las Fuerzas Armadas Revolucionarias. Sometido a juicio por un tribunal a las órdenes del nuevo dictador, Matos fue condenado a prisión, de la que no saldría hasta 1979.

A fines de 1959, la dictadura de Castro ya casi había acabado con todas las libertades. El movimiento obrero y estudiantil estaba siendo hostigado desde el gobierno. En febrero de 1960, visita la isla Anastas A. Mikoyán, Vice Primer Ministro de la URSS, con lo que Castro se va rebelando como partidario del socialismo. Durante el transcurso de 1960, los medios de comunicación pasan a manos completas del Estado, y las organizaciones estudiantiles y obreras caen bajo el control del partido comunista. Fue entonces cuando cientos de cubanos, decepcionados, emigran hacia el exterior (irónicamente, la mayoría toman el camino a Miami, la ciudad a donde Castro se dirigiera para recabar fondos, y la ciudad que sirvió de refugio a los cubanos que huyeron de Batista). Fue 1960 el año en el que el gobierno de Castro estatizó la industria azucarera y empresas estadounidenses, lo cual lleva a una crisis con los Estados Unidos. Grandes negocios son estatizados, a pesar de que sus dueños habían apoyado la revolución por medio de fondos, y a pesar de haberle hecho a Castro préstamos adelantados cuando inició su gobierno, con el objetivo de facilitarle la reconstrucción. A fines de año, ocurren las famosas redadas en las que son detenidos cientos de cubanos opositores a Castro (como el dirigente estudiantil Pedro Luis Boitel Abraham y el empleado Armando Valladares). En enero de 1961, el gobierno de Estados Unidos rompe relaciones diplomáticas con Cuba. El 17 de abril de ese año, cubanos exiliados y adiestrados por Estados Unidos invaden a Cuba a través de la Bahía de Cochinos, en Playa Girón, con el objetivo de derrocar a Castro e implantar la tan ansiada democracia. El movimiento fracasó por la desorganización , la falta de comunicación con el pueblo y la falta de apoyo aéreo de Estados Unidos. El fracaso condujo a reafirmar la dictadura. Cientos de personas son detenidas y llevadas a cárceles de Cuba, hacinados y en malas condiciones (las cárceles de Cuba en tiempos de Castro fueron mucho peores que en tiempos de Batista, y las condiciones de estas, por lo que narran quienes sobrevivieron a ellas, fueron verdaderos infiernos en el que eran sometidos a torturas, golpizas y todo tipo de maltratos, además de no contar, en muchas ocasiones, con ventanas y ventilación).

El 2 de diciembre de 1961, en un discurso radial, Fidel Castro se declaró marxista- leninista. Además, declaró que tenía ese pensamiento desde el 26 de julio de 1953, pero que lo tuvo que ocultar para no perder el apoyo de la burguesía media y baja (o sea, que engañó al pueblo con sus intenciones de democracia y libertad). Ya para entonces, Fidel había roto su promesa de llamar a elecciones libres en otro discurso en el que había dicho "elecciones libres ¿para qué? el pueblo ya me eligió".

En marzo de 1962, son juzgados los presos de la expedición de Bahía de Cochinos (posteriormente, muchos fueron canjeados por tractores y otros productos, mediante un trato con el gobierno de John F. Kennedy). En el verano de ese año, Castro autorizó a la URSS a instalar misiles nucleares en la isla. La llegada de los misiles fue reportada a Estados Unidos por disidentes. Aviones de Estados Unidos confirmaron, mediante fotografías aéreas, lo que estaba ocurriendo. El 22 de octubre, Estados Unidos ordena un bloqueo contra Cuba, para impedir que los navíos de la URSS pasaran. La crisis de los misiles fue uno de los momentos más tensos de la guerra fría, y el mundo estuvo a la expectativa, pues había el peligro de que los navíos soviéticos de todas maneras siguieran su camino, chocando con los estadounidenses, y con esto, se desatara un conflicto nuclear. Pero la crisis se resolvió a fines de mes, cuando la URSS ordena el regreso de los misiles a cambio de la promesa de Estados Unidos de no derrocar a Fidel Castro por medio de las armas. Poco tiempo después, el gobierno de Estados Unidos decretó un embargo a la isla. Para entonces, Cuba padecía ya una dictadura totalitaria, la más represiva de América.

En los años sesenta, Fidel Castro gozó de enorme popularidad en el medio estudiantil del mundo entero. La revolución cubana le arrebató la popularidad a la china en esta década, así como la china había desplazado a la rusa en los cuarentas. Jóvenes manifestantes comenzaron a llevar en los estandartes la fotografía del Che Guevara. Esto cuando la economía cubana comenzó a decaer como consecuencia del sistema socialista, que a fines de la década estaba completamente instaurado. Los cubanos sufren por primera vez la falta suficiente de alimentos, y el racionamiento de víveres se hace patente. La falta de medicamentos necesarios empeoró el sistema de salud (a pesar de ser gratuito). El sueño de exportar la revolución llevó a Fidel Castro a organizar congresos y reuniones internacionalistas en Cuba, y a hostigar, mediante la ayuda y patrocinio de terroristas y guerrilleros, a otros gobiernos de Latinoamérica. No solo a dictaduras como la de Guatemala, Honduras, Brasil y Nicaragua hostigó Fidel Castro, sino también, y en mayor medida, a gobiernos democráticos como Colombia, Panamá, Costa Rica y en especial a Venezuela (que padeció el acoso del castrismo mas que cualquier país latinoamericano). Mientras tanto, la dictadura sostenía relaciones cordiales con México y su antidemocrático régimen.

· Los años setenta y ochenta

En marzo de 1971, la dictadura de Castro ordenó el encarcelamiento de Heberto Padilla, poeta cubano que había hecho una crítica a la revolución cubana. Este hecho ocasionó el rompimiento definitivo de intelectuales con la revolución cubana, que censuraron a Castro públicamente (entre esos intelectuales estuvieron Mario Vargas Llosa, Octavio Paz, Susan Sontag, Jorge Semprún, etcétera).

En los años setenta, Fidel Castro (ya con el cargo oficial de Presidente de Cuba) ayudó a la URSS a instalar gobiernos satélites en Angola y otros países de África por medio del envío de tropas.
Fidel participó en el ascenso al poder de los sandinistas en Nicaragua (logrado despues de derrocar a la dinastía dictatorial de la familia Somoza), y después en el asesoramiento de la dictadura sandinista durante los años ochenta (envió educadores y especialistas). En 1980 se suicidan el expresidente Osvaldo Dorticós y Haydée Santamaría, popular figura de la revolución que había participado en el asalto al Moncada, y que se había convertido en una de las personalidades clave del régimen. Es también en 1980 cuando se desata la crisis de los marielitos y los incidentes en la Embajada de Perú en Cuba. Fueron los años ochenta los últimos años gloriosos de la revolución cubana. Los años que preceden a la crisis actual.

· La crisis

En los últimos años ochenta, los sistemas “comunistas” de Europa Oriental cayeron, y con eso, las enormes sumas de dinero y apoyo a Castro. El 25 de diciembre de 1991, la URSS se desplomó junto con el régimen comunista (después de las políticas de apertura de Mijail Gorvachov y de un golpe de Estado del PCUS en agosto del mismo año). Con la desintegración de la URSS, se esfumó la ayuda anual a Cuba. El poder político de Castro entró en una grave crisis, como consecuencia de la falta de apoyo económico.

En los años noventa, Fidel comenzó a otorgar concesiones a empresas privadas del mundo para invertir en el área energética y turística (esas concesiones en nada han beneficiado a los cubanos, solo a la burocracia y a Fidel; lo mismo ha pasado siempre con los ingresos de esas inversiones). La represión religiosa se suavizó en los años noventa, como consecuencia del debilitamiento de la dictadura. Sin embargo, las libertades cívicas y políticas siguen anuladas. Además, el permiso de emigrar está prohibido, y muchos beneficios solo se permiten a los turistas. El pueblo sigue viviendo en la miseria y en medio de muchas penurias.

A fines de la década de los ochenta, militares de alto rango fueron arrestados y acusados de traición (como Arnaldo Ochoa Sánchez, jefe de las fuerzas cubanas en Angola y Centroamérica; Antonio de la Guardia, y otros). El motivo real fue echar una cortina de humo sobre el apoyo de Cuba al narcotráfico, el cual se ha beneficiado de Fidel Castro.

En febrero de 1998, ocurre la histórica visita de Juan Pablo II a Cuba, que hizo posible la liberación de algunos presos políticos.

En diciembre de 2000 México cambia de gobierno y de partido. A diferencia del antiguo régimen, que apoyaba a Castro absteniéndose de votar en cuestiones de derechos humanos, el nuevo gobierno comenzó a votar por la revisión de los derechos humanos en los foros internacionales, y esto trae como consecuencia el enfrentamiento entre Cuba y México. Esto mientras en Venezuela (el país mas hostigado por Castro en los sesentas) llega al poder Hugo Chávez, un hombre de tendencias dictatoriales y simpatías hacia el “paraíso cubano”.

La salud de Fidel Castro fue empeorando con el transcurso de los noventa y la primera década del siglo XXI. En el verano de 2006 se apartó de manera temporal de las funciones del gobierno. El 19 de febrero de 2008, Fidel Castro, enfermo de gravedad, anunció su renuncia a los cargos de Presidente y Jefe de Estado. Con este suceso, ha comenzado la etapa final de la vida de Castro: el ocaso de su figura y su existencia. Es también el ocaso de una era que Fidel representó con su triunfo en 1959.

· El ocaso

El poder en Cuba ha pasado a manos, oficialmente, de Raúl Castro (quien ha asumido los cargos que Fidel ha dejado con su enfermedad). Es claro que por el momento, Fidel mantiene el poder tras bambalinas, pero ya no con el mismo control y dominio.

Las destituciones de fidelistas clave (como Felipe Pérez Roque) en el año presente, han dejado en claro que existe una crisis de poder en Cuba. Han evidenciado que Fidel ya no mantiene el control total y único, pero es seguro que aun gobierna en la paupérrima sociedad cubana.

¿Qué pasará cuando muera Fidel Castro? Hay tres posibles respuestas: 1) Cuba se convertiría en un dominio de Hugo Chávez, con Raúl Castro como el hombre oficial del gobierno (lo cual sería lamentable); 2) Raúl Castro, para mantener el dominio dictatorial, realiza reformas en el campo económico y permite la liberalización de la economía. Cuba viviría así un período de prosperidad económica sin libertades políticas y cívicas; y 3) La clase política entraría en una fase de crisis de dominio, y la democracia llegaría por fin, después de un período de transición y resistencia al cambio por parte de la élite. La democracia podría llegar al estilo español cuando falleció el dictador Franco, o de manera violenta, como ocurrió en Rumania cuando fue derrocado el dictador Nicolae Ceaucescu (émulo de Fidel). Este destino sería el mejor para Cuba.

Sea cual sea el destino de Cuba después del ocaso de Fidel, una cosa es seguro: Cuba no será la misma después de Fidel. Quizá cuando la dictadura que instauró acabe (que acabará, tarde o temprano) se rebelen los crímenes ocultos del líder que inauguró una era en la historia de Cuba: Fidel Castro, el último tirano de la guerra fría en Latinoamérica.