lunes, 20 de julio de 2009

LE Barón, Namiquipa y la violencia actual











El 7 de julio de 2009, fue asesinado el líder mormón Benjamín Le Barón junto con un pariente de su mujer, hecho ocurrido en su domicilio, ubicado en una comunidad mormona del municipio de Galeana. Este hecho es sintomático de lo que a nivel federal ocurre en relación al crimen organizado. Benjamín Le Barón había denunciado al narcotráfico y a una banda de plagiarios, según las noticias de los últimos meses.

Debido a las noticias que han ido surgiendo a raiz del crimen, se sabe que el gobernador de Chihuahua, José Luis Reyes Baeza, había ofrecido ayuda a los Le Barón y hasta protección policial contra posibles represalias. Sin embargo, el gobernador no cumplió su palabra, y esto trae como consecuencia que el crimen organizado (de narcotráfico o plagiarios) se tomen la venganza. Según el testimonio de la mujer de Benjamín, los criminales hasta amenazaron con abusar sexualmente de ella. El cuñado de Benjamín, Luis Carlos Widman Stubss, acudió a ayudar a sus parientes cuando escucho escándalo en la casa de Benjamín. Acción valiente que trajo como consecuencia su propia muerte.

Sin embargo, lo mas absurdo y ridículo, es que el gobernador, en lugar de ofrecer soluciones concretas, solo se le ocurra recomendarle a la comunidad mormona armarse para defenderse por su cuenta. Es decir, el gobernador renuncia a su atribución de dar seguridad sin que los habitantes tengan que recurrir a la justicia por propia mano.

El martes 14 de julio pasado, otro hecho delictivo ocurre en relación al crimen organizado. El presidente municipal de Namiquipa (municipio ubicado en la misma región en donde se encuentra Galeana) fue asesinado alrededor de las 9:00, cuando según las noticias, se trasladaba de su casa a la alcaldía. El presidente (Héctor Ariel Meixueiro Muñoz), al que muchos describen como un hombre de campo dedicado a su trabajo, había estado recibiendo amenazas del crimen organizado desde 2008. Este suceso ocurre a escasos días de la ejecución de Benjamín Le Barón, y a menos de un año de aquella terrible matanza de Creel.

¿Qué representan estos hechos en relación al proceso actual de México? Estos sucesos son las pruebas palpables no solo de la guerra del gobierno federal contra el narcotráfico, sino de la incapacidad de los gobiernos (el federal y los estatales) de garantizar protección policial, y hasta militar, a los involucrados en actividades de denuncia o de combate al crimen organizado.

El narcotráfico y la violencia que está teniendo lugar, son fenómenos que ocurren en un momento particular de la historia de México caracterizado por su alto nivel de violencia, como ha habido otros momentos similares en el pasado. Sin embargo, el alto nivel de delincuencia que azota a muchas ciudades del país desde los años ochenta, y la narcoviolencia que en esta década está teniendo lugar, son fenómenos recientes y nuevos en la historia del país mas norteño de América Latina. Momentos de extrema violencia han ocurrido en todas las naciones. Sin embargo, en México, aquellos momentos de violencia extrema eran de carácter distinto a lo que ahora está teniendo lugar. Esta vez, no se trata de una violencia producto de guerras indias, étnicas, políticas, sociales o religiosas como en el pasado, sino de un cáncer que fue creciendo a lo largo del siglo XX, debido a la tolerancia y hasta complicidad del anterior sistema político pasado: el crimen organizado.

La ola de secuestros que está teniendo lugar en varias ciudades antes tranquilas, no solo es otra manifestación mas de este proceso violento. Es, además, un producto aterrador y que está ocasionando daños psicológicos, sociales y económicos: ahora, personas de clase media están siendo secuestradas.

¿Cómo terminará todo esto? Aun es imposible saberlo. Sin embargo, al igual que otros momentos violentos de la historia mexicana, el actual proceso de violencia extrema es producto de reacomodos de todo tipo, y cuando haya pasado (que pasará) dejará secuelas en la memoria colectiva de la nación.

lunes, 6 de julio de 2009

ELECCIONES 2009: Fracasos y triunfos electorales







Las elecciones legislativas de 2009 en México están siendo históricas en muchos sentidos, como sucede con todas las elecciones (legislativas, ejecutivas, federales, estatales o locales).

Como se sabe, el domingo 5 de julio de 2009 se realizaron elecciones federales en México, con el objetivo de renovar la cámara baja (de diputados). Además, se celebraron elecciones locales en el D. F (con el objeto de renovar a los jefes delegaciones y a las diputaciones locales) y elecciones estatales en seis estados de la república (Nuevo León, Sonora, Campeche, Colima, San Luis Potosí y Querétaro), para renovar presidentes municipales, diputados locales y gobernadores. Los resultados en cierta manera eran previsibles, pero también hubo sorpresas.

El gran ganador de las elecciones fue sin lugar a dudas el Partido Revolucionario Institucional (PRI). El PRI había sido el gran perdedor en las elecciones federales de 2006, pues además de que su candidato presidencial quedó en tercer lugar en votos, en la cámara de diputados había quedado en tercer lugar en cuanto al número de diputados. Solo en el Senado no fue el gran perdedor, pero el hecho de que haya quedado en tercer lugar en la cámara baja y en el conteo de votos para presidente lo hacen el gran perdedor de aquella elección disputadísima (solo entre el PRD y el PAN). En el senado tampoco quedó en primer lugar, y el PAN actualmente tiene mas senadores que el PRI y los demás partidos (el PRI quedó en segundo lugar).

Sin embargo, en estas elecciones ocurrió lo previsible pero hasta el domingo dudoso: la revancha del PRI. El PRI se llevó mas votación que todos los demás partidos. El PRI tendrá, a partir de la legislatura que empezará sus funciones el 1 de septiembre, la mayoría en la cámara baja. El PAN quedó desbancado, del primer lugar en la actual legislatura, al segundo lugar, en tanto que el PRD desciende del segundo lugar al tercer lugar. El Partido Verde Ecologista (PVEM) asciende, de la quinta fuerza política a la cuarta en la cámara de diputados.

Hasta la fecha, todavía no se sabe cuantos diputados tendrá cada partido exactamente, pero no hay lugar a dudas que la información antes descrita es un hecho.

No es la primera vez que un sexenio panista presencia el ascenso del PRI al primer lugar en la cámara de diputados. Como se recordará, en las elecciones federales de 2003 el PRI quedó en primer lugar, con 203 diputados en total, seguido del PAN con 148. Sin embargo, en aquellas fechas el PRI no tenía el antecedente de haber sido el gran perdedor en las elecciones presidenciales de 2000. En las primeras elecciones presidenciales oficialmente ganadas por la oposición, el PRI había quedado en segundo lugar en número de votos para su candidato presidencial (Francisco Labastida Ochoa), en tanto que en el senado había quedado en primer lugar. En la cámara baja había quedado en segundo lugar frente a la Alianza Por El Cambio. Sin embargo, esta situación no perduró mas de un año. Cuando el PVEM se separó de la alianza con el PAN, los diputados del Verde hicieron retroceder al PAN a la segunda posición.

Por esta razón, las elecciones de 2003, ganadas por el PRI, fueron diferentes. Quizá hayan representado un triunfo, pero no comparable al de 2009. Mientras que en 2003 el objetivo era mantener la primera posición (cosa que lograron) en 2009 se trataba de pasar de la tercera a la primera (objetivo logrado).

Otra razón que hacen de esta elección intermedia diferente a la de 2003, es el hecho de que si bien el PRI ganó en ambas el primer lugar, en el primer caso el PRI disminuye su número de diputados (de 208 en 2000 a 203 en 2003). En ese año, el PRI fue el ganador, pero a costa de disminuir su número de legisladores. En cambio, en 2009 veremos no solo al PRI como la primera mayoría, sino además, veremos un incremento de diputados priistas.

En cuanto a las elecciones locales del Distrito Federal, la situación fue benéfica para el PAN, a pesar de que el PRD seguirá gobernando a la mayor parte de las delegaciones. Contra todos los pronósticos, el candidato del PAN en la delegación Miguel Hidalgo derrotó a la corredora Ana Guevara, candidata del PRD. Además, el PAN ganó otras dos delegaciones. El PRD retrocede, pero sigue siendo el ganador a pesar de todo.

En cuanto a los estados, el PRI se llevó cinco de las seis gubernaturas en disputa. Además de retener las de Nuevo León, Campeche y Colima, recuperó la de Querétaro (perdida ante el PAN en 1997) y la de San Luis Potosí (perdida ante el PAN en 2003). El PRI se lleva cinco gubernaturas en disputa, y esto es un logro aun mayor que en 2003, en donde solo se llevó cuatro, además de volver a perder la de Querétaro y perder por primera vez la de San Luis Potosí (aunque en este caso, San Luis Potosí, solo oficialmente, ya que es sabido que en 1991 el régimen priista ganó mediante fraude electoral cometido en perjuicio de Salvador Nava). En las elecciones de 2003 el PRI recuperó Nuevo León.

En 2009, sin lugar a dudas, que diferencia. El PRI gana en cinco estados, y recupera no uno, como en 2003, sino dos (San Luis Potosí y Querétaro).

Pero, al igual que en 2003, el PRI perdió una gubernatura, y en este sentido sin son parecidas las elecciones de 2003 con las de 2009. El estado de Sonora lo pierde el PRI frente al PAN. Este suceso es sin lugar a dudas histórico. Desde el triunfo de la revolución (o desde el fin de ese movimiento armado) el estado de Sonora se cuenta entre los que no han tenido una gubernatura con un gobierno diferente al del priismo (entre esos estados se cuentan, además de Sonora, los estados de Sinaloa, Durango, Coahuila, Colima, Oaxaca, Tabasco, Estado de México, Tamaulipas, Puebla, Hidalgo, Campeche, Quintana Roo y Veracruz). Es decir, 14 entidades del país no han tenido desde la revolución un gobierno ajeno al priismo. Pues a partir del 13 de septiembre, esta cifra se reducirá a 13. a partir de esa fecha, el Partido Acción Nacional (PAN) será el que gobierne, por vez primera, a esa entidad norteña, productora, junto a Sinaloa, de garbanzo y arroz. Las reacciones por este hecho no se hicieron esperar. El gobernador priista Eduardo Bours atribuye, junto con todo el PRI, la derrota al manejo informativo de la tragedia suscitada en la guardería ABC, siniestro que acabó con la vida de varias personas, entre ellos niños. Es cierto que esta tragedia fue fundamental, pero es solo un factor mas. En realidad, Bours enfrentaba escándalos de prepotencia y corrupción en su gobierno. Estos hechos, junto al de la guardería, y el carisma del candidato panista, fueron fundamentales en el triunfo del PAN en Sonora.

Sin embargo, contrario a lo que muchos pudieran pensar, al PAN en realidad no le fue tan mal como pudo haberle ido. El PAN, además de ganar el estado de Sonora, tres delegaciones en el D.F y de quedar como la segunda fuerza electoral, ganó varias alcaldías, como la de Monterrey. Estos logros son loables, toda vez que la crisis económica mundial y sus efectos en México, mas la narcoviolencia, pudieron haber ocasionado un retroceso estrepitoso en el PAN. Esto no ocurrió, y en cambio, el gran perdedor de los partidos mayores es el PRD. De ser la segunda fuerza legislativa en la cámara de diputados, pasó a ser la tercera. El número de sus diputados se redujo notablemente. Es este aspecto donde se diferencia las elecciones de 2009 con las de 2003. en aquella ocasión, el PRD, a pesar de haber quedado en tercer lugar, aumentó su número de diputados respecto a las elecciones de 2000 (en ese año, el PRD obtuvo 53 diputados, en tanto que en 2003 aumentó a 97). Este hecho hace que el PRD haya sido, en aquellas elecciones de 2003, el segundo ganador, a pesar de haber quedado en tercer lugar. El PAN redujo su número de diputados en aquel año (de 207 en 2000 a 148 en 2003), y esto señaló un hecho: el PAN era el perdedor de aquellas elecciones.

En 2009, en cambio, el PAN no es el gran perdedor de los principales partidos. El gran perdedor es el PRD, que además de quedar en tercer lugar, como en 2003, redujo su número de diputados. El efecto López Obrador, que casi los lleva al triunfo en 2006, ahora les afectó, de manera notable, en la cámara de diputados, y no se espera que el PRD gane las elecciones presidenciales de 2012.

A todo esto, ¿Qué pasará en 2012? ¿Ganará el PRI la presidencia como muchos ya pronostican? ¿O es esa percepción un espejismo que les está causando una ilusión? Después de todo, hay que recordar que las elecciones legislativas siempre son poco concurridas, y es verdad que en muchos distritos el PRI ganó con la ayuda del abstencionismo electoral. Esto puede cambiar en una elección presidencial. Aunque no es descabellado pensar que el PRI podría regresar a los Pinos en 2012, tampoco es seguro que lo logre. Esto dependerá de muchos factores que tendrán tiempo de hacer impacto en estos tres años de la administración de Felipe Calderón. La campaña por la presidencia ya comenzó, a partir de que a las 6 de la tarde del cinco de julio se cerraron las casillas. Ahora falta esperar tres años para ver si el triunfo del PRI en las elecciones que acaban de pasar redunda en un triunfo presidencial, o si solo es un espejismo alimentado por la baja votación del domingo y algunos medios de comunicación.

jueves, 2 de julio de 2009

ELECCIONES 2009: valoración del sexenio actual y alternacia posible en estados














El próximo domingo 5 de julio de 2009, se realizarán elecciones federales legislativas (nombre que se le da a las elecciones que ocurren a la mitad de una administración, con el objetivo de renovar la cámara de diputados). También, se realizarán elecciones estatales en Sonora, Nuevo León, San Luis Potosí, Querétaro, Colima, Campeche y elecciones locales en el Distrito Federal.

Las elecciones que este domingo se celebran ya están atrayendo la atención nacional y siendo puestas a debate, debido sobre todo al fantasma de la abstención y la anulación del voto, como medio de protesta que algunas personas (quizá la mayoría) esgrimen contra el congreso (se ha discutido mucho si esta táctica es inútil e irresponsable, o si es una medida que tendrá consecuencias en el comportamiento del congreso).

Sin embargo, hay otros aspectos de las elecciones del próximo 5 de julio, que si bien se han tratado, casi no se ha analizado: la aprobación o desaprobación nacional a la administración del gobierno panista encabezado por Felipe Calderón Hinojosa.

Pero antes de entrar en el tema, veamos cómo está compuesta actualmente la cámara de diputados. Como todos sabemos, la cámara baja tiene un total de 500 diputados (300 de mayoría relativa y 200 de representación proporcional).

Desde la legislatura de 1997- 2000, ningún partido político tiene la mayoría absoluta. Sin embargo, en todas las legislaturas, hay partidos con más diputados. Actualmente, el Partido Acción Nacional (PAN) tiene más diputados que cualquier formación política. Esto, mas el hecho de gobernar al país, lo convierte en el principal partido político de México (si además tomamos en cuenta que en la cámara alta, la de senadores, también tiene la mayoría).

La composición de la cámara de diputados actualmente está formada de la siguiente manera:

· PAN: 206 diputados (136 de mayoría relativa y 70 de representación proporcional);
· PRD: 127 diputados (91 de mayoría relativa y 36 de representación proporcional);
· PRI: 106 diputados (65 de mayoría relativa y 41 de representación proporcional);
· CON: 18 diputados (5 de mayoría relativa y 13 de representación proporcional);
· PVEM: 17 diputados (todos de representación proporcional);
· PT: 11 diputados: 2 de mayoría relativa y 9 de representación proporcional);
· PNA: 9 diputados (todos de representación proporcional);
· PSD: 5 diputados (todos de representación proporcional), e;
· Independiente: 1 diputado.

Queda claro, pues, que el PAN es el partido mayoritario en la cámara baja (y en la alta). Incluso, a pesar de que varios partidos que compitieron en las pasadas elecciones federales de 2006, lo hicieron en alianza presidencial a partidos mayores. Por ejemplo, el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) formó alianza con el PRI. Sumando todos los diputados del PRI (los de representación proporcional y mayoría absoluta, que en total son 106) con los del Verde (en total 17) resulta una cifra de 123 diputados (mucho menor que el número de diputados panistas de mayoría relativa, que son 136).

El Partido Convergencia Democrática (CON) y el del Trabajo (PT) hicieron alianza con el PRD en las pasadas elecciones. Si sumamos los diputados del PRD (en total 127) con los del CON y el PT, nos sale una cifra de 156 diputados (mayor que el número de panistas de mayoría relativa, pero menor al total de diputados del PAN sumando los de mayoría relativa y representación proporcional).

Con esto nos damos una idea de la composición del congreso. Mientras que el PRI no supera al PAN ni siquiera contando a los diputados de mayoría relativa, el PRD y los partidos que se aliaron a este instituto en 2006 superan solo la cifra de diputados panistas en la mayoría relativa, pero no los superan en total. Por su parte, el PNA (o PANAL) y el PSD no superan ni al número del Partido Verde (En total, el Verde tiene 17 diputados, y el PNA y el PSD juntos no llegan ni a 15).

¿Qué sucederá este 5 de julio? Al comenzar el año, todas las posibilidades de triunfo estaban puestas en el PRI. Como se sabe, el PRD y los partidos que le hacen sombra se desprestigiaron con las medidas violentas y radicales de la crisis postelectoral de la pasada elección presidencial, y esto ocasionó daño a su imagen y al porcentaje de preferencias electorales. Por su parte, el PAN se veía desgastado, y gran parte de la población lo percibía como gradualista y letárgico. En este escenario, el PRI se le veía como el fiel de la balanza, el enemigo de los extremos. Esta era la situación al comenzar el mes de marzo de 2009.

Sin embargo, todo ha ido cambiando. Las acusaciones del presidente nacional del PAN (Germán Martínez Cázares) en torno a la supuesta alianza del PRI con el crimen organizado, y las críticas frontales que el PAN a diario realiza contra el PRI recordando el pasado, ha cambiado en 180 grados la situación electoral en México. Ahora, es posible que el PAN no solo no pierda la mayoría relativa de que disfruta, sino además de que incluso gane más diputados. Desde luego, esto no es seguro (el PRI puede dar la sorpresa) pero es posible, y pierda o gane diputados, el PAN quedará en situación no tan desfavorable, a pesar de todo (la narcoviolencia, la crisis económica mundial, etcétera). Por su parte, el PRI no quedará en mala posición, según todos los pronósticos. Si bien ya no es seguro que recupere la mayoría relativa, una cosa es cierta: es más probable que si el PAN queda en primer lugar, el PRI recupere el segundo lugar. El PRD está desprestigiado, y además, dividido entre la corriente de los “chuchos” (así le dicen al grupo que apoya al presidente nacional del partido amarillo, Jesús Ortega Martínez) y la corriente del Frente Amplio Progresista (FAP) que sigue respaldando al ex candidato presidencial del PRD en las pasadas elecciones, el mesiánico tabasqueño Andrés Manuel López Obrador. El PRD no pasa por su mejor momento histórico. El PRD, como todos los partidos, tiene altas y bajas. Mientras que en el 2006 vivieron su mejor momento histórico con el segundo lugar en la cámara de diputados y su casi victoria presidencial, a partir de la noche del 2 de julio de aquel volcánico año empezó su peor momento, y no ha mejorado (no se espera que mejore). Primero fue el desconocimiento antidemocrático de la victoria electoral del PAN. Después fue el bloque al Paseo de la Reforma y otras medidas radicales que le acarrearon al partido simpatía entre el pueblo (como la toma del congreso el día del VI Informe de Gobierno de Vicente Fox y durante la toma de protesta del nuevo presidente Felipe Calderón). Posteriormente, fue la elección interna del PRD en marzo de 2008, en donde hubo de todo menos limpieza electoral (desde violencia contra casillas, hasta personas heridas). Derivado de lo anterior, vino la división entre los chuchos y los progresistas (o pejistas). Finalmente, la pasada elección interna en donde volvió la mapachería en todo su esplendor (y el cinismo a granel, como el mostrado por Dolores Padierna cuando calificó esa elección como “limpia” y “democrática”). Hoy el PRD está dividido, y esto se pudo confirmar más detalladamente con lo sucedido en la delegación Iztapalapa. Actualmente, nadie sabe por cual de los dos PRDs hay que votar cuando el partido del sol amarillo hace propaganda.

En cuanto a las elecciones locales del Distrito Federal, la situación está muy parecida a lo que acontece en cuanto a la cámara de diputados. Con una sola diferencia: a pesar de todo, es posible que el PRD gane delegaciones y diputaciones (locales o federales).

Las elecciones estatales también obtendrán atención. De los estados en donde habrá elecciones, solo tres han conocido administraciones diferentes a las de la dinastía política del PRI desde hace más de 80 años (desde el triunfo de la lucha revolucionaria). Nuevo León estuvo gobernado por el PAN entre 1997 y 2003. San Luis Potosí actualmente está gobernado por el PAN (desde 2003). Querétaro está gobernado por el PAN desde 1997, y ya casi finaliza la segunda administración panista. Por su parte, Sonora, Colima y Campeche aun no han tenido una administración diferente a la del partido surgido de la revolución. Pero ¿Cómo está actualmente la situación electoral?

Nuevo León es un estado en donde el PRI tiene mucho prestigio, y esto puede ocasionar que gane la elección estatal. Sin embargo, el PAN podría recuperar la gubernatura. Hay posibilidades de triunfo en ambos partidos, pero más posibilidades de que gane el PAN.

Querétaro vive una situación inversa. Mientras que en el estado de Nuevo León es más probable que el PAN recupere la gubernatura, en Querétaro hay una alta posibilidad de que el PRI desplaze al PAN del gobierno y recupere la gubernatura queretana.

En San Luis Potosí, la posibilidad de que el PAN vuelva a obtener el triunfo es alta, pero se repite la situación de Querétaro. Solo que aquí es más probable que el PAN retenga la gubernatura (a comparación de Querétaro, en donde podría perderla).

En Sonora, la situación tendía a favorecer al PRI, pero el incendio de la guardería ABC ha hecho posible un triunfo del PAN. De ser así, Sonora conocería una administración diferente a la del PRI.

Colima y Campeche son dos estados en donde el triunfo del PRI es más seguro que una alternancia, a diferencia de Sonora. Sin embargo, estas afirmaciones, como las anteriores, podrían ser espejismos y llevarnos sorpresas.

Independientemente del resultado, las elecciones próximas son importantes, ya que se manifestará la percepción del pueblo en torno a la administración del actual mandatario. O se reprueba al gobierno de Calderón con el triunfo mayoritario del PRI, o se le aprueba con el triunfo mayoritario del PAN. En cuanto a los estados donde tendrá lugar elecciones para renovar la administración estatal, algunos podrían tener su primera alternancia y otros seguir como están actualmente. Lo importante es que estas elecciones ya desatan debate, y sus resultados serán igual.