domingo, 1 de agosto de 2010

CHÁVEZ: ¿El principio del fin?




El jueves 22 de julio, el autócrata de Venezuela, Hugo Chávez, rompió relaciones diplomáticas con el vecino país de Colombia, debido a las denuncias presentadas por el gobierno de Álvaro Uribe Vélez ante la Organización de Estados Americanos en el sentido de que Chávez alberga en territorio venezolano a terroristas colombianos pertenecientes a la siniestra organización llamada "Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia" (FARC). No es la primera vez que Chávez entra en conflicto con el gobierno de Colombia. Desde 2002, año en que Uribe accedió al poder, Chávez ha agredido sistematicamente a Colombia. Y tampoco es la primera vez que Chávez es señalado como mecena de terroristas colombianos. Como se recordará, cuando el campamento de las FARC en Ecuador fue bombardeado por la Fuerza Aérea colombana el 1 de marzo de 2008, Chávez fue señalado en algunos de los documentos encontrados en las computadoras de Raul Reyes, cabecilla muerto en el ataque. Chávez recientemente fue acusado por un juez español de apoyar a terroristas colombianos y etarras para cometer crímenes en territorio español. Ademas, y por si hubiera dudas, Chávez ha alabado públicamente a las FARC, señalandolas como fuerzas revolucionarias admirables.


Como se ve, la denuncia del gobierno de Uribe no pone al descubierto el hilo negro. Sin embargo, ha colmado la paciencia del dictador de Venezuela. El jueves 22 de julio, es un espectáculo televisado (como los que acostumbra Chávez), acompañado del futbolista argentino Diego Maradona, entre plática y análisis con el conflictivo jugador de la selección gaucha, el residente de Miraflores rompió relaciones con la nación vecina, con la que comparte un libertador en común y una historia pararela. Y no solo eso. Chávez además, ha enviado tropas a la frontera con Colombia, según el, para defender a la nación en caso de un ataque militar. Otra de las fantasías de Chávez que podrían llevarlo a la ruina. Chávez desea constantemente un conflicto armado con Colombia que le traiga glorias militares, aunque el ignora que en realidad le llevaría a la pérdida de prestigio (de por si ya dañado) y hasta podría ocasionarle una revolución que acabaría con su gobierno.


Acerca del gobierno de Chávez, ha habido discuciones serias en torno a su naturaleza actual y a la posibilidad de que pueda alcanzar en Venezuela más poder. Algunos consideran al gobierno de Chávez como una democracia cada vez más acotada. Según ellos, todavía no se puede hablar de una dictadura en Venezuela. Otros consideran al gobierno de Chávez como una dictadura en funciones, que si bien todavía es lo suficientemente débil como para eliminar a gobernadores de oposición, ya tiene el control del congreso, el poder judicial y las elecciones, para manipularlas en caso de una victoria de la oposición en elecciones presidenciales. También se discute si Chávez alcanzará a ser un dictador del estilo de su amigo y compañero Fidel Castro, o si solo se quedará en el intento.


En lo personal, quien esto escribe considera que el gobierno de Hugo Chávez Frías ya se ha convertido en una dictadura. Es falso que todas las dictaduras sean sociedades militarizadas donde no existen elecciones, o si las hay, son enteramente manipuladas mediante el fraude electoral. Hay dictaduras mas fuertes y otras más débiles. La clave está en si existen todavía posibilidades de que la oposición derribe a un gobierno mediante elecciones y sin que se intente escamotear el triunfo mediante el fraude; es decir, sin que haya de por medio protestas electorales y una revolución callejera que derivara en bloqueos de carreteras y avenidas, tomas de edificios gubernamentales, puentes o aeropuertos, huelgas generales y choques violentos contra policías, soldados y grupos de choque.


En Venezuela esto ya no es posible. Chávez ha controlado siempre el congreso nacional, en un principio mediante mayoría obtenida en elecciones democráticas. Sin embargo, y abusando de esa ventaja, Chávez promulgó en 1999 una nueva constitución que le dio más poder. Esa misma constitución la fue reformando con el pasar de los años. Por medio de ello, su gobierno ha obtenido el control del poder judicial, de algunos medios electrónicos y por fin, de los órganos electorales y el desarrollo de las elecciones (esto último se dio sobre todo después del conflicto que casi lo derroca en abril de 2002). Actualmente, el gobierno de Chávez tiene que tolerar victorias de la oposición en gubernaturas, en el congreso y en gobiernos locales, pero ya no es posible pensar que Chávez deje el poder de manera democrática y sin una revolución (armada o callejera). Y no solo porque Chávez no es un demócrata, sino porque el desarrollo de las elecciones ya corre a cargo de instituciones controladas por una mayoría gubernamental; o bien, instituciones acotadas por el poder ejecutivo (del cual Chávez es cabeza). Es difícil pensar que Chávez no haga uso de ese aparato en caso de una victoria de la oposición en elecciones presidenciales.


Sin embargo, es verdad que el gobierno de Chávez aun no es una dictadura militarizada, ya no digamos como la de Fidel Castro en Cuba, sino ni siquiera como la de Augusto Pinochet en Chile. Vaya, ni siquiera como la de dictadores menos represivos como Manuel Apolinario Odría en Perú, o Gustavo Rojas Pinilla en Colombia (justamente la nación con la que Chávez ha entrado en conflicto casi armado). El gobierno de Chávez, a pesar de su autoritarismo y de su control de las elecciones, el poder judicial y a través de esto, del congreso, tiene que tolerar elecciones en las que la oposición participa. No es imposible afirmar, incluso, que el gobierno de Chávez, pese a que su líder es admirador de Fidel Castro, sea todavía mas democrático y tolerante con la oposición que el gobierno de Fulgencio Batista Zaldívar en Cuba, otro dictador que aplicó una represión alejada del militarismo sudamericano, que incluso toleraba la existencia de organizaciones de oposición, pero que que hasta el final (en 1958) controló los gobiernos de las Provincias en manos de hombres clave del régimen (a pesar de permitir elecciones, las cuales eran manipuladas). El gobierno de Chávez es todavía más débil y democrático que el de aquel dictador caribeño de los años cincuenta.


La pregunta que muchos se hacen es si Chávez alcanzará a ser un dictador del estilo de Fidel Castro, o cuando menos, del estilo de los dictadores sudamericanos de los años setenta. Y aquí la respuesta es un rotundo no. Esto por muchas razones que hay que analizar. Es posible que Chávez adquiera mas poder, y que establezca una sociedad en la que ya no existan gubernaturas en manos de la oposición, y que el conflicto actual contra Colombia no sea el principio del fin de su gobierno, como se pregunta el título de esta entrada. Sin embargo, aun si eso sucediera, Chávez jamás podrá establecer una dictadura que elimine las elecciones (tendrá que tolerar estas, aunque cada vez sean mas fraudulentas) y deberá convivir con gobiernos locales de oposición. Nunca podrá controlar totalmente a la prensa. Es posible decir, incluso, que Chávez apenas rose en poder al gobierno dictatorial de Batista o al sistema político PRI en México, al que Mario Vargas Llosa calificó, con mucha razón, como la "dictadura perfecta". Probablemente su gobierno deba tolerar a la oposición mas de lo que lo hiciera Batista, y esto ya dice mucho.


¿Que impedimentos tiene Chávez para no poder alcanzar a establecer una dictadura militar? Se puede decir que el contexto histórico que vive Venezuela ya no le permitirá dar el salto hacia el tipo de gobierno que Chávez añora. Las circunstancias mundiales también le son desfavorables. Veamos punto por punto.


1) Para empezar, Chávez no gobierna sobre una potencia militar. Venezuela es una potencia militar de tipo regional (solo en América Latina) pero no mundial. Y el gobierno dictatorial de Chávez no cuenta con el apoyo logístico de ninguna potencia para poder establecer una dictadura militar. Por un lado, Estados Unidos, Canadá, Australia y los países europeos no lo apoyan por obvias razones. Japón tampoco lo hace. Estos paises lo ignoran por completo (y Estados Unidos lo acota de manera sutil). Por otro lado, Rusia es una potencia que le presta cierta atención debido a la rivalidad que aun tiene contra Estados Unidos, pero no llega a más. Actualmente Rusia tiene muchos problemas internos que resolver como para prestarle demasiada atención a un lejano país latinoamericano. Además, el gobierno actual de Rusia ya no es el régimen comunista que existió en el pasado. Ya no tiene el mismo poder como para apoyar a Venezuela sin que esto ocasiones escándalos en Rusia. Finalmente, China podría ser esa potencia (es una dictadura que compite en dominio mundial contra Estados Unidos). Si embargo, China está mucho más interesada en consolidar su dominio en Asia Oriental que en participar en una aventura armada en América Latina. Y compite contra Estados Unidos mas en el aspecto cultural, tecnológico y económico que en el plano militar. China le hace oídos a Chávez, pero en general también lo ignora.


2) Es verdad que el no tener el apoyo de una potencia militar no es un impedimento para que Chávez convierta a su nación en una satrapía militarizada. Pero es un factor que unido a otros, le impide hacerlo. Y un segundo factor está en el contexto histórico que vive Venezuela y en general, el continente americano. La sociedad civil de Venezuela y de América Latina es mucho mas participativa y atenta que en el pasado. Es verdad que en el caso particular de Venezuela, la situación económica y política en los años noventa estuvo muy deteriodada, lo cual posibilitó el triunfo del candidato antisistema Chávez. Y es verdad que ese deterioro le permitió a Chávez establecer un gobierno cada vez mas dictatorial, pero la sociedad civil está en una situación muy diferente a la de los años setenta. Chávez ha sido combatido por un gran sector de la sociedad civil. Tarde o temprano, el pueblo venezolano se cansará de tolerar a su gobernante. La sociedad civil nunca lo apoyará en el intento de establecer una sociedad militar. Ya ha empezado a manifestarse, y cada vez con mas adeptos. Esta situación, mas el hecho de que a diferencia de Cuba, Venezuela no sea una isla, le impedida a Chávez alcanzar su sueño. La tecnología electrónica (el internet y otros aparatos modernos) contribuyen en mucho a alejar a Hugo Chávez de su sueño.


3) Además de estos impedimentos que tienen que ver con el contexto histórico y las circunstancias mundiales, hay otro factor muy importante, que también es mencionado una y otra vez. Y esto tiene que ver con la personalidad de Hugo Chávez. El hombre que gobierna a Venezuela no tiene la personalidad de un dictador militar. No tiene el talento histriónico propio de los dictadores militares. Chávez, y esto hay que decirlo, es un payaso mediático metido a la política. Aun si los otros dos factores no estuvieran presentes, Chávez nunca podría ser un dictador de una sociedad militarizada (solo de una sociedad autoritaria con un número considerable de libertades, como hasta ahora). Chávez es astuto, no cabe duda. Lo suficiente como para haberse convertido en el líder de un grupo que ahora detenta el poder. Es lo suficientemente poderoso como para haberse convertido en un dictador bastante blando, y probablemente alcance mayor poder, pero no pasará a mas. Por mas que lo intente, su personalidad no inspira miedo, ni siquiera el respeto que se le tiene a un general en guerra. Solo inspira esperanza en ciertos sectores populares a los que utiliza, y risa en las demás personas. Es un hombre que constantemente insulta, convierte los pleitos con otras naciones en trifulcas personales, hace payasadas aquí y allá y el ridículo en no pocas situaciones. Como dijera en uno de sus programas el comentarista peruano Jaime Bayly, Chávez, cuando abre la boca para divertir a la gente, lo hace muy bien, mejor que Don Francisco el de Sábado Gigante Sensacional. Chávez es un animador mas que un dictador en cuanto a imagen se refiere.


Este aspecto es también mencionado por el historiador mexicano Enrique Krauze en su mas reciente libro: El poder y el delirio, de 2008. Es un libro de análisis del chavismo, de la personalidad y la biografía de Chávez y su impacto actual. En uno de sus capítulos finales, Krauze analiza la capacidad de Chávez en cuanto al tema de si el dictador venezolano podría seguir los pasos de su padrino político: Fidel Castro. Krauze parafrasea a Karl Marx, el pensador del socialismo científico. En una de las frases célebres de aquel pensador alemán, se sostenía la idea de que "la historia se repite dos veces: una como tragedia y otra como comedia". Krauze concluye en que si Fidel es la tragedia, Chávez es la comedia (de Fidel y de su historia). El famoso biógrafo analiza la personalidad de Fidel Castro en comparación a Chávez. Fidel es un tirano despreciable para cualquier demócrata y liberal, pero una máquina fría, calculadora y carismática al fin. Un hombre serio que inspira admiración, respeto o temor. Un hombre que si bien toma a título personal una crítica a la situación de su país (Cuba), responde de manera tal que parezca que Castro está denunciando un complot contra la isla. Un hombre que denuncia conspiraciones basadas en poner a Cuba como el objetivo principal (estos dos últimos enunciados no los menciona Krauze, pero puede entenderse del texto que mencionamos). Chávez, en cambio, personaliza los conflictos con otras naciones. Insulta a título de agravio personal y utiliza adjetivos vulgares, siempre poniendo en el centro de la atención su persona mas que a su nación. Krauze menciona que Chávez ve en Fidel un a un padre, pero se pregunta si muy en el fondo Castro verá en el demagogo sudamericano a un hijo digno de su padre. Yo creo que no es así.

Definitivamente, Chávez nunca podrá convertirse en un dictador militar. Solo ha llegado a ser un dictadorzuelo bastante blando para los parámetros de, ya no digamos un Pinochet o un Videla, sino mas bien un Omar Bongo, un Odría, un Carlos Castillo Armas, etcétera. No solo las circunstancias mundiales y el contexto histórico de la mayor parte de América Latina está contra su sueño, sino también su personalidad folklórica de animador de programas de comedia. El sueño de Chávez de convertirse en el segundo Fidel Castro es solo eso: un sueño guajiro que nunca alcanzará. En cambio, Hugo Chávez podría estar acelerando su caída con la guerra que quiere librar contra Colombia. El conflicto actual con la nación vecina podría ser el principio del fin de Hugo Chávez y su gobierno autoritario. Quizá Chávez no vea su caída tan rápido como piensan quienes creen que Venezuela es aun una democracia, pero si es seguro, en cambio, que Chávez caerá de un tiempo a otro. Con sus locuras, Chávez está cavando su propia tumba política.