martes, 7 de febrero de 2012

ARRANCA la batalla: MORENA, Atlacomulco, los azules y... los demás





El domingo pasado (5 de febrero, día de la constitución) terminó lo que podría denominársele el período de precampañas. Este día, después de una larga espera, el partido gobernante en México (Partido Acción Nacional PAN) llevó a cabo su esperadísima elección interna para elegir a su próximo candidato presidencial. La elección interna se llevó a cabo cuando los otros dos partidos grandes de la República Mexicana ya habían elegido candidato, llevándole al PAN ya más de un mes y medio de ventaja en ambos casos. Como se sabe, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) eligió candidato a la presidencia desde mediados de noviembre pasado. El ungido, después de una consulta nacional, fue Andrés Manuel López Obrador, quien ya había sido candidato presidencial del PRD y otros partido en 2006: justamente el proceso electoral en el que ganó la Presidencia el actual mandatario Felipe Calderón Hinojosa. Por otro lado, en diciembre el antiguo partido gobernante PRI (Partido Revolucionario Institucional), reconoció como su candidato presidencial a quien ya se esperaba: Enrique Peña Nieto, el príncipe del Grupo Atlacomulco y ex Gobernador del Estado de México.

El año 2012 había comenzado ya con el PRI y el PRD con sus candidatos definidos. El PAN, el tercer gran partido de México, faltaba en el cuadro. Pero después de una esperadísima elección interna, el panismo se decidió. En la elección interna, como se sabe, compitieron tres precandidatos: Ernesto Javier Cordero Arroyo, precandidato oficial de Felipe Calderón, el que representaba la continuidad de la facción presidencial y ex Secretario de Hacienda y Crédito Público en el gabinete calderonista; por el otro lado, Santiago Creel Miranda, ex Secretario de Gobernación en el sexenio foxista y Senador en el sexenio actual, además de ser el precandidato del ex Presidente Vicente Fox; y por último Josefina Vázquez Mota, ex Diputada Federal. El panismo se decidió por su candidata popular e imagen fresca: Josefina Vázquez Mota.

La elección interna del partido gobernante y el nombramiento de Vázquez Mota representan dos cosas significativas: 1. El inicio del período de campaña: a partir de aquí hasta julio, ha comenzado la batalla entre los tres grandes por la Presidencia, y 2. La nominación, por primera vez en la historia, de una mujer como candidata del PAN a la Presidencia. No solo esto: si bien Josefina Vázquez Mota no es la primera candidata presidencial en la historia de México (antes ya hubo varias como Rosario Ibarra de Piedra en 1982 y 1988; además de Cecilia Soto González y Marcela Lombardo Otero en la elección de 1994 y Patricia Mercado Castro en 2006), en cambio es la primera vez en la historia mexicana que una mujer es candidata presidencial de uno de los principales partidos políticos.

La batalla presidencial, por lo tanto, ha comenzado. No será fácil para ninguno de los contendientes. Desde 1988, en todas las sucesiones presidenciales se ha acostumbrado que hay tres fuerzas políticas: en el 88 fueron el PRI, el PAN y el Frente Democrático Nacional (FDN, antecesor del PRD); en 1994, 2000 y 2006 fueron el PRI, el PAN y el PRD. En este 2012, nuevamente lo serán el PAN. el PRI y el PRD. También, se acostumbra que de los tres grandes, dos sean los ganadores y uno sea el que quede en tercer lugar. En estas sucesiones presidenciales, además, participan otros pequeños partidos, los cuales desempeñan dos tipos de papel: o adornan las boletas, o se unen en alianza a cualquiera de las tres principales fuerzas políticas.

Precisamente porque el PRI, el PRD y el PAN serán los protagonistas, se analiza, a continuación, los posibles escenarios de los tres grandes partidos. Además, se esbozará un perfil biográfico de sus candidatos: los protagonistas de la elección de 2012. Aunque el PAN es el partido gobernante, tendré que comenzar con el PRI, debido a que es la fuerza política que tiene en su poder más diputados federales y gubernaturas, además de ser el favorito en las encuestas.

  • El príncipe de Atlacomulco: la restauración del siglo XX
Enrique Peña Nieto es el candidato presidencial del PRI. Peña Nieto es, por lo tanto, el candidato que representa el siglo XX mexicano, pues su partido gobernó a la nación durante la mayor parte de ese siglo turbulento. Además, Enrique Peña representa la restauración del pasado, pese a la imagen de un pretendido nuevo PRI. Enrique Peña Nieto es pariente de políticos reconocidos del PRI, y es, por así decirlo, la creación mediática de Televisa y del grupo político conocido como Atlacomulco. Peña Nieto está apoyado por la maquinaria corporativa del ex partido oficial, la alta dirigencia del PRI y sectores de población que añoran los tiempos añejos: este sector considera que el PAN y sus dos sucesivos gobiernos son los responsables de la narcoviolencia, la crisis, la pobreza y otros males que afronta México. Para ellos, los priistas si tienen experiencia.

Enrique Peña Nieto es un hombre relativamente joven. El actual candidato del PRI nació el 20 de julio de 1966 en el municipio de Atlacomulco, Estado de México. Es egresado de la carrera de Derecho por la Universidad Panamericana y estudió una maestría en Administración de Empresas en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey. Estos datos biográficos son una fuente nada despreciable. Además, Peña Nieto está emparentado con el ex gobernador mexiquense Alfredo del Mazo González, y esto es un capital político de peso.

El candidato y su partido tienen puntos a favor y en contra en esta contienda. Por un lado, existen factores que pueden darles la victoria, aunque también existen otros puntos desfavorables. Como se sabe, el PRI encabeza las encuentas de intención de voto. Esto puede ser benéfico, pero también podría ser una debilidad: nada está escrito todavía (como se comprobó hace casi seis años) y esa ventaja bien puede infundirles a los priistas demasiada confianza.

El PRI tiene a su favor, como ya mencioné, un sector de población harta del PAN en el poder. Un sector que considera que el PAN ha creado la mayor parte de los males que vive el país. Un sector que considera que todo tiempo pasado fue mejor, y que han alimentado la leyenda de que los tiempos añejos del PRI eran mejores. Un sector que no quiere darle la oportunidad al PRD: lo consideran un partido radical, de aires violentos y corresponsable del panorama que vive el país. El PRI despierta atractivo en ese sector de población: se le considera un instituto serio, con experiencia para gobernar y alejado de los radicalismos tipo Peje y PRD.

El PRI tiene a su favor otros factores: es indudable que su candidato ha tenido amplio apoyo de Televisa y es también indudable que Enrique Peña Nieto se ha promovido desde sus años de Gobernador. El candidato es un hombre bien parecido, a ojos de muchas personas. La imagen física da ventaja en un proceso electoral, y si a esto le añadimos que está casado con una hermosa y popular actriz de telenovelas (Angélica Rivera) el resultado podría ser el esperado en julio próximo.

Claro que estos son puntos favorables. Sin embargo, estos puntos favorables no son definitivos. El triunfo del PRI no es aun seguro, aunque es muy probable. Los puntos negativos también son varios para el PRI y su candidato. El encabezar las encuestas puede llevar al PRI a confiar en el tiempo, y esto podría ser perjudicial, aunado a los puntos desfavorables.

Entre los puntos desfavorables está la imagen del PRI. Si bien existe un sector no escaso de personas que apoyan el regreso del PRI por considerarlo alejado del radicalismo y que culpan al PAN de casi todo lo malo de los últimos tiempos, también existe un sector numeroso que no ha olvidado al PRI. Un sector de población que si bien critica al PAN, no por eso le apuestan al PRI. Tampoco al PRD. Para este grupo de personas, los tiempos actuales no han sido buenos: los gobiernos panistas han sido mediocres, pero para ellos, el tiempo pasado no fue mejor. Y además, hay que agregarle otro sector de población que si bien repudia al PAN, tampoco quiere mucho al PRI. Es más: han crecido con la propaganda de que el PRI y el PAN son lo mismo; son parte de una élite que han gobernado mal y solo para los ricos. Este sector quiere darle la oportunidad a otros: al partido que lleva como caudillo al tabasqueño de Macuspana.

Por otro lado,el candidato priista ha tenido verdaderos resbalones públicos en estos meses. Aparte de su papel en la Feria del Libro de Guadalajara, en donde olvidó títulos de libros y confundió autores a una pregunta de que obras lo han impactado, el candidato empeoró con un mensaje de twitter de su hija adolescente, de nombre Paulina. Como se sabe, ante las críticas a su padre por lo sucedido en la Feria de Libros, Paulina envió un mensaje descalificando a los críticos de su padre proles y pendejos. Semejante utilización de la palabra prole atrajo indignadas críticas de miles de personas a través de facebook, twitter y otros canales de comunicación. La chica borró su comentario y pidió disculpas, al igual que su padre. Pero las repercusiones del escándalos ya estaban en el ambiente.

Además, y por si esto fuera poco, en los siguientes días el candidato del PRI cometió otros resbalones. Por una parte, no supo a cuanto asciende el salario mínimo en México, y ante una pregunta relacionada con los precios de ciertos artículos de consumo, el candidato afirmó que el no era la ama de casa como para saberlo. Estos últimos errores le han costado al candidato críticas y cuestionamientos en torno a si tendrá la capacidad de gobernar a un país sin conocer datos que tendrían que ser básicos en su plan de gobierno.

Aun así, el regreso del PRI puede ser posible. Aunque el PRI ha hecho intentos por mostrar una imagen de partido renovado, e incluso se habla de un nuevo PRI, existen indicios que confirman que el PRI sigue siendo el mismo de siempre. Un partido corporativo, caciquil y antidemocrático que está dando la pelea por represar a la Presidencia de la República. En fin, el PRI tiene que dar la batalla para ganar, y el escenario con el que empieza tiene cierta ventaja: gobierna la mayoría de la población mexicana a nivel estatal. Tiene la mayor parte de la cámara baja y una maquinaria poderosa, a pesar de ya no contar con el sindicato de maestros y su controvertida lideresa.

  • El caudillo de Macuspana: MORENA o la República del "amor"
Andrés Manuel López Obrador es el candidato del PRD, como hace seis años. También lo es del Partido del Trabajo (PT); la organización satélite que se creó en 1989 con el patrocinio y la ayuda de Carlos Salinas de Gortari, y que tenía el objetivo de dividir el voto de izquierda para perjudicar al PRD. Hoy, ese partido ha nombrado al antisalinista López Obrador.

Andrés Manuel López Obrador nació el 13 de noviembre de 1953, en Macuspana, Tabasco. Vivió su niñez en una situación modesta; de clase media, a pesar de que su familia tenía relación estrecha con un político local del PRI y cacique de la región: Diego Rosique Gamas. Fue durante su adolescencia cuando ocurrió en su familia una tragedia que marcaría al personaje en el futuro: en una ocasión en que Andrés y su hermano Ramón jugaban con un arma de fuego, el artefacto se disparó. Ramón falleció como consecuencia de la bala que se disparó.

Andrés Manuel fue egresado de la licenciatura de Ciencias Políticas y Administración Pública por la UNAM, en 1987. Entre 1976 y 1988, López Obrador perteneció al partido oficial (PRI); de este modo, el ahora candidato perteneció al régimen priista. Ocupó cargos importantes durante su período de pertenencia al régimen: Delegado del Instituto Nacional Indigenista (INI) en Tabasco; Presidente del Comité Ejecutivo Estatal del PRI en Tabasco en 1983 y al año siguiente, en la Ciudad de México, Director de Promoción Social del Instituto Nacional de Protección al Consumidor. Permaneció fiel al partido oficial aun incluso después de que Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y otros miembros de la denominada Corriente Democráctica rompieron con el partido oficial, entre octubre y noviembre de 1987.

En 1988, y debido a pugnas internas, López Obrador rompió con el partido oficial. Se unió al Frente Democrático Nacional (FDN), del cual fue candidato a Gobernador por Tabasco. Luego de las elecciones, en las que oficialmente ganó el PRI, Andrés Manuel denunció fraude electoral.

Entre 1988 y el año actual, López Obrador desempeñó diversos papeles en la izquierda perredista. Fue candidato de su partido a Presidente Municipal en 1991; candidato a Gobernador de Tabasco en 1994; Presidente del PRD en el sexenio de Ernesto Zedillo y Jefe de Gobierno del Distrito Federal entre 2000 y 2005 (es importante mencionar que en 1991 y 1994 denunció fraude electoral, en medio de irregularidades bastante evidentes, organizando actos de protesta). En 2006, fue candidato del PRD y otros partidos políticos a la Presidencia de la República, perdiendo ante Felipe Calderón. La derrota no fue reconocida por el famoso Peje, como se le conoce al candidato de izquierda: sin presentar suficientes pruebas, organizó actos de protesta, asumiendo actitudes radicales que llevaron a la perdida de popularidad.

Andrés Manuel López Obrador es ahora, de nuevo, el candidato del PRD. Como Peña Nieto, el otro candidato opositor, tiene puntos a favor y otros en contra. Por una parte, López Obrador tiene una imagen de candidato de perfil más bien modesto; es menos ostentoso y vive en un vecindario menos lujoso que la mayoría de los políticos provenientes o pertenecientes al ex partido oficial. Esto le da puntos favorables.

El candidato, por otro lado, es el representante de un partido que hasta la fecha no ha gobernado a nivel federal. Esto le da cierta imagen de nueva opción, aun cuando el PRD ha gobernado bastantes municipios y entidades (desde 1997 gobierna una de las dos más importantes: el Distrito Federal). Aun cuando López Obrador y la mayor parte del PRD y el PT están lejos de ser una opción nueva, pues la mayor parte de su miembros fueron miembros del PRI y del régimen en los años setenta y ochenta (algunos incluso desde antes), este dato es desconocido entre sectores no menores de la población. Entre este sector, existen porciones importantes de ciudadanía que aun recuerda al PRI, y que piensan que las deficiencias de México en la última década se le deben al PAN. En este sector, predomina la idea de que se le debe dar la oportunidad a quienes, según su entender, "no han gobernado a México". Una oportunidad a un partido y a un candidato a quienes perciben como honesto, cercano a los pobres y de naturaleza misionera.

Sin embargo, también existen los puntos negativos. Andrés Manuel López Obrador desempeñó, en el D.F., una administración que no estuvo exenta de actos de corrupción. Los famosos videoescándalos de 2004 (René Bejarano, Gustavo Ponce, Carlos Ímaz y otros) son recordados por no tan pocos electores. Si a esto le sumamos la imagen de radicales que tienen tanto el PRD como sus principales acólitos entre gran parte de la clase media, podemos afirmar que las elecciones de este año serán difíciles para el PRD.

No olvidemos, por otro lado, un hecho recientemente ocurrido, que precipita al PRD y al Peje en un sendero de muy probable derrota. El 17 diciembre del año anterior, falleció en la capital de Corea del Norte el brutal y siniestro dictador Kim Jong Il. El Partido del Trabajo escribió una pública nota de pésame, con marcados elogios al fallecido dictador. Este hecho ha terminado por desprestigiar a Andrés Manuel López Obrador. Sin recordar otra cosa más: también existe un sector numeroso que recuerda que Andrés Manuel López Obrador y la mayor parte del PRD, no son una opción nueva; pertenecieron al PRI en el pasado, en los años de Echeverría, López portillo y Miguel de la Madrid Hurtado. Los años que este sector recuerdan como los peores del sistema político PRI. No faltan los que además, tienen el dato de que el PT fue un partido palero del PRI: formado con ayuda de Salinas en 1989, y que como escribió el periodista argentino Andrés Oppenheimer en un libro acerca de México, recibió dinero en 1994, llegando a tener más recursos y carteles de propaganda que el PRD o el PAN.

Por otro lado, el domingo anterior el PAN eligió a una candidata carismática y de buena imagen: Josefina Vázquez Mota. Este hecho representa, sin lugar a dudas, una derrota para el PRD. Andrés Manuel y su equipo habían apostado a un candidato panista débil, de imagen opaca y de escaso atractivo: Ernesto Cordero. La elección de Vázquez Mota representa la llegada a la contienda presidencial de una candidata fuerte, que junto con Peña Nieto, le restará votos a MORENA y al candidato de la república del amor.

  • La candidata del blanquiazul: continuación y renovación
Josefina Vázquez Mota es la recién elegida candidata del partido en el poder: el Partido Acción Nacional PAN. El partido que destronó al régimen de la revolución en el 2000. El instituto que ganó en 2006 con un porcentaje de menos de 1 %. Hoy, Josefina tiene el reto enorme de vencer al PRI, evitar el regreso del pasado y continuar un camino que llegó hace poco menos de 12 años, aunque inyectándole nuevos aires.

Josefina Vázquez Mota nació en la Ciudad de México el 20 de enero de 1961. Estudió la Licenciatura de Economía en la Universidad Iberoamericana. En su biografía de wikipedia, se dice que Josefina Vázquez Mota obtuvo un Diplomado de Ideas e Instituciones en el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM). Fue articulista de varios periódicos importantes como El Novedades, El Financiero y El Economista. Por otro lado, ha tenido una trayectoria en el mundo del empresariado, aunque no precisamente como empresaria, sino más bien como asesora de organismos o cámaras empresariales importantes. Todo esto hasta el año 2000, cuando ingresó a la política mexicana.

Fue elegida Diputada Federal por el PAN en el año 2000. Pidió licencia para ocupar un puesto en el gobierno de Vicente Fox: la Secretaría de Desarrollo Social. En 2006 fue coordinadora de la campaña de Felipe Calderón. A la llegada al poder de Felipe Calderón, Josefina Vázquez Mota ascendió a la Secretaría de Educación Pública. En 2009, volvió a ser elegida como Diputada Federal por el PAN.

Finalmente, Josefina Vázquez Mota ha sido nominada candidata del PAN a la Presidencia de la República. Este es sin lugar a dudas, un acontecimiento histórico en la vida política del país. Por un lado, es la primera mujer que ocupa la candidatura presidencial del PAN. Es, también, la primera mujer que es candidata de un partido grande de México, aunque como ya se mencionó, no es la primera si tomamos en cuenta a todos los partidos políticos.

Hoy, Josefina tiene el reto enorme de ganar para el PAN la Presidencia de la República en medio de un contexto de crisis económica, narcoviolencia y desprestigio del partido en el poder. Este es un punto negativo: el PAN ya tiene en el poder casi doce años, y evidentemente existe un desgaste en imagen. Sobre todo en un entorno de violencia criminal por parte de bandas de traficantes, y de crisis económica generalizada. Además, existen sectores de la población que quieren al PAN fuera del poder: para unos, el tiempo pasado fue mejor; para otros, hay que darle la oportunidad a la izquierda. Esto sin contar con actos de corrupción de algunas administraciones panistas. El abstencionismo electoral es un enemigo que casi siempre perjudica al PAN.

Sin embargo, existen puntos positivos, que pueden ser ventajosos. Por un lado, el PAN ha elegido a una mujer, y este elemento puede ser un atractivo para no pocos sectores que verían el triunfo de Josefina como un triunfo de la equidad de género. Por el otro lado, Josefina Vázquez Mota puede presumir de haber sido elegida candidata mediante un proceso democrático, en el que el precandidato oficialista resultó derrotado. Este detalle puede ayudar al PAN en su imagen frente al electorado. Un proceso democrático, una mujer como candidata y una continuidad sin continuismo. Un proyecto panista con signos de renovación.

Además, existe un sector numeroso que, si bien esperó más del PAN y es crítico de sus errores en el poder, aun no olvidan los años anteriores de PRI- Sistema. Para este sector numeroso de población, el presente no es admirable y adolece de fallas, pero eso no significa que el pasado o los tiempos añejos fueran mejor. Para este sector, el candidato del PRD y la plana mayor del partido amarillo son corresponsables de los males heredaros al país en 2000, toda vez que fueron ellos miembros del PRI y del régimen. Es este sector el que el PAN debe aprovechar, y tratar de convencer a los indecisos. Si logra convencer a ese sector indeciso, el PAN podría ganar por tercera ocasión la Presidencia, aunque también es de suponerse que no la tendrá tan fácil.

Lo que sí es cierto, es lo que señala en una columna el periodista Carlos Ramírez: la elección de Josefina Vázquez Mota es una derrota para AMLO y su partido, que esperaban un candidato panista débil.

  • La chiquillada
En estas elecciones, es seguro que existirán otros candidatos y otros partidos, como siempre. La llamada Chiquillada, o los partidos menores, que solo cumplen con el papel de adornar la boleta. De ellos, no hay mayor cosa que comentar.