lunes, 29 de junio de 2009

REVOLUCION democrática en Irán: a 20 años del Sha


Irán enfrenta, desde el pasado 12 de junio, protestas electorales ocasionadas por el fraude ocurrido el día de las elecciones.

Hasta el día de hoy, Irán enfrenta una situación sumamente difícil. Una situación interna y una oposición callejera singular.

Lo que actualmente vive Irán (la antigua Persia) es algo que ya había vivido en el pasado. Como se sabe, en 1978 estalló en el país una revolución callejera (basada en protestas y resistencia civil) contra el régimen monárquico y del gobierno del sha, Mohammed Reza Palhavi. Aquel régimen había presidido, en sus últimas décadas, una era sumamente productiva en varios aspectos: la economía estaba en su mejor momento, la situación social de los iraníes, a pesar de la pobreza mayoritaria, era superior al de muchas naciones de Occidente, y en el terreno diplomático y militar, la situación era favorable al país asiático. Hacía pocos años, Irán había obligado a su vecina Irak a ceder a sus pretensiones.

Sin embargo, la corrupción de muchos funcionarios causaba malestar social. La falta de libertades y democracia era un agravio que no se reducía ni con dólares, ni con prosperidad, ni con ventajas sociales, militares, diplomáticas y económicas.

Nada de los éxitos del régimen monárquico autoritario pudo detener la ola de indignación popular contra la corrupción y la represión. Si a esto le sumamos un sector creciente de población fundamentalista, que veía con malos ojos la alianza entre el sha y los países occidentales, además de la relajación moral de la sociedad.

Los sucesos no se hicieron esperar. En 1978 estallan protestas y actos de resistencia civil contra el régimen. El sha, a pesar de que lo intenta, no logra parar la situación. La situación se hace insostenible y el 16 de enero de 1979 el sha huye del país. Es perseguido por fundamentalistas islámicos en Marruecos, Bahamas, México, Estados Unidos, Panamá y Egipto, donde fallece en 1980.

Tras el triunfo de la revolución, asciende al poder un nuevo régimen y sistema político, encabezado por el dictador islámico y teocrático Ruhollah Jomeini, más conocido como el Ayatola Jomeini.

Jomeini establece un régimen teocrático y totalitario, basado en el fundamentalismo islámico. Las escasas libertades logradas por el anterior régimen se pierden, e Irán vive el drama de muchos países de la región. El fanatismo islámico hace presa de las artes, sobre todo en el cine, en donde la moral estricta hace imposible la realización de filmes variados. Las mujeres son sometidas a una discriminación social y política, y el drama de las mujeres iraníes causa consternación en el mundo libre (en 1991, se exhibe la película “No sin mi hija”, basada en un hecho real ocurrida a una mujer estadounidense en Irán).

Estalla una guerra contra el Irak de Saddam Hussein. La guerra Iran- Irak se prolonga hasta 1988. Durante ese tiempo, el régimen se fortalece, y a pesar de la guerra, vive su momento de esplendor. La embajada de Estados Unidos es tomada en 1979, teniendo como consecuencia varios rehenes que posteriormente fueron liberados.

Jomeini muere el 3 de junio de 1989 (actualmente está sepultado en un lujoso mausoleo que se ha convertido en centro de peregrinaciones islámicas).

Los años que siguieron a la muerte de Jomeini, fueron decisivos para el país. El régimen continúa siendo dictatorial, pero es desde la segunda mitad de los noventa cuando comienza a relajar las costumbres y liberalizar la política, pero manteniendo una dictadura cada vez más impopular y onerosa. Los conflictos contra el Occidente infiel continúa hasta la fecha (como se sabe, el país fue clasificado por la administración del presidente George W. Bush como parte del Eje del Mal; es decir, de países que albergan y apoyan al terrorismo).

El pasado 12 de junio de 2009, hubo elecciones en Irán. El régimen, ante el grado de impopularidad en que ha caído, desató una serie de irregularidades y otros actos de represión durante los comicios, que hacen pensar en un fraude electoral a favor del candidato oficial, el actual presidente Alí Jamenei Mahmud Ahmadineyad. El gobierno ha desatado la represión contra las protestas electorales ocurridas a raíz del fraude. Haciéndose eco del nacionalismo más retrógrado y excluyente, acusó a Occidente de estar detrás de las protestas. Hasta la fecha, se sabe de la detención de funcionarios y periodistas extranjeros.

¿Cómo terminara esto? Aun es imposible saberlo. Sin embargo, Irán está enfrentando una situación revolucionaria de resistencia civil similar a la de hace treinta años. Una situación que podría derivar en el derrocamiento de la actual élite política del país, que asumió el mando, irónicamente, de una revolución similar a la que ahora la amenaza. La revolución iraní de 1978- 79 derrocó a un régimen monárquico autoritario por una dictadura teocrática de signo totalitario. La actual revolución iraní bien podría tener como consecuencia la llegada de la democracia, un sistema hasta ahora desconocido por los iraníes.

domingo, 7 de junio de 2009

NACIONALISMO, refugio de la paranoia






El nacionalismo es un fenómeno que existe quizá desde el fin de la Edad Media. La palabra "nacionalismo" describe un fenómeno del mundo moderno y contemporáneo. La sola mención de esa palabra lleva aparejada sentimientos de filias y fobias que a veces resultan peligrosas.

¿Que es el nacionalismo? El nacionalismo es una palabra que implicitamente asociamos con una manera de entender la lealtad a una patria, pero casi no hay personas que sepan exactamente la definición de esa mágica palabra. Mágica palabra que provoca entusiasmo en algunos sectores, y pavor en otros.

El nacionalismo es la doctrina que propugna la asociación entre Estado y nación. El nacionalismo propugna la congruencia entre nación e identidad común.

Un Estado Nacional o país es una unidad territorial determinada por aspectos jurídicos e internacionales. La palabra "nación" tiene, en cambio, dos concepciones distintas: político- territorial y cultural. En el sentido político- territorial, una nación es sinónimo de país o Estado Nacional. Es una manera mas de nombrar a un territorio perteneciente a una unidad jurídica cuyos límites son reconocidos por la comunidad internacional. Pero en el sentido cultural, la palabra "nación" en realidad hace referencia a un grupos de individuos que tienen un mismo origen e identidad cultural.

Por ejemplo, Túnez es un Estado Nacional o país que se ubica en el norte de África, que mide 163. 610 km cuadrados de extensión, y cuya capital es la ciudad de Túnez. Es decir, podemos afirmar que, en el sentido político- territorial del término, Túnez es una nación, pero ¿lo será en el sentido cultural? ¿Podemos afirmar que todas las regiones de Túnez tienen las mismas características culturales?

De ahí surgen las pasiones del nacionalismo. El nacionalista es aquel que afirma que dentro de las fronteras de un Estado Nacional o un país debe prevalecer una identidad común. El nacionalista se opone a los Estados Nacionales pluriculturales y a lo ajeno, a lo que venga de afuera. El nacionalista puede serlo en lo económico (rechazo de inversiones extranjeras, de la apertura comercial y de la globalización), o en lo cultural (rechazo de elementos ajenos a "nuestra idiosincracia y herencia nacional").

Las pasiones nacionalistas pueden expresarse en diferente intensidad y de diferente forma. El nacionalismo tiene varias caras. Puede tratarse de nacionalistas que pretendan conservar los límites territoriales del país en el que han nacido, y expresar su sentimiento nacional a través de ello. O bien, pueden ser nacionalistas que reivindiquen como su nación solo una parte del territorio del país en el que han nacido, y hasta se formen sentimientos separatistas. Tres ejemplos pueden ser ilustrativos: en 1835, México tenía una entidad, de nombre Texas, en el que surge un nacionalismo separatista que acabó teniendo éxito. En España, el País Vasco ha sufrido una guerra interna librada por el grupo ETA, de tendencia nacionalista separatista. Lo mismo sucede en Rusia, con respecto a Chechenia.

El nacionalismo, a mi parecer, es un refugio de paranoicos e inseguros que ven amenazada su forma de vivir por costumbres extrañas. El nacionalismo tiene una cara positiva y otra negativa. El nacionalismo positivo es aquel que solo critica la penetración cultural y económica extranjera, pero no tienen ideas de dominación imperial. Tampoco tienen actitudes violentas hacia los inmigrantes, e incluso los aceptan siempre y cuando se adapten a la "cultura nacional". Pero existe otra versión, negativa y destructiva, del nacionalismo: el ultranacionalismo o nacionalismo negativo. Este es de carácter intolerante (aspira a un sistema de gobierno autoritario o totalitario, y de una identidad religiosa común), de carácter violento contra los inmigrantes y los disidentes religiosos, y hasta con pretensiones de expansión colonial. Ejemplo de esta clase de nacionalismo lo podemos encontrar en el Ku Klux Klan, de Estados Unidos, los nazis, fascistas y falangistas, en Alemania, Italia y España respectivamente, las sociedades secretas Mano Negra y Boxer en Servia y China, los grupos fundamentalistas islámicos, etcétera.

El nacionalismo no debe de confundirse con el patriotismo. El patriotismo es un sentimiento de pertenencia a una nación o país, y de deber hacia esa entidad jurídica territorial. También, es un sentimiento de defensa del patrimonio nacional y el desarrollo del país. Pero el nacionalismo va mas allá de eso. El nacionalismo siempre piensa en términos de cultura y territorio, y de amenazas externas. El nacionalismo tiende a manejar la idea de un origen y destino común cultural del Estado Nacional, o de la región glorificada como la "nación".

El nacionalismo es un fenómeno que surge con el fin de la Edad Media y el principio del renacimiento. Antes del renacimiento, el sentimiento de pertenencia a un país se basaba en la lealtad a un rey, a una religión o a un Estado teocrático. Sin embargo, con la crisis del sistema feudal y el surgimiento de los Estados Nacionales, el sentimiento de pertenencia a una nación común fue el determinante de pasiones y guerras entre diferentes países.
Este fenómeno se fortaleció sobre todo con las revoluciones. Si antes los gobiernos basaban su legitimidad en la fuente divina, la mayoría de los gobiernos surgidos de las revoluciones basan su legitimidad en la patria. Si antes a los opositores o disidentes se les aplicaba epítetos de procedencia religiosa (blasfemos, herejes), después de las revoluciones y el surgimiento de regímenes políticos laicos los disidentes son descalificados como la "antipatria".

El nacionalismo fue un fenómeno sobre todo de los grupos conservadores. Eran los conservadores los que tronaban contra las nuevas ideas y la pérdida de la identidad nacional. El comunismo fue, en cambio, una reacción contra el nacionalismo. El comunismo marxista aspiraba a la destrucción de las naciones, a la creación de un mundo gobernado en común por la clase obrera en cada país y a un destino humano común. El marxismo incluso usó la palabra "internacional" para nombras a sus organizaciones proletarias de lucha. Sin embargo, esto no impidió que los comunistas se valieran del nacionalismo para obtener popularidad, o sacar ventajas de ello.

Curiosamente, muchos de los actuales gobiernos que se proclaman marxistas usan
un lenguaje nacionalista. Tal es el caso de los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Camboya y Corea del Norte.

El nacionalismo es, a mi parecer, una utopía irrealizable y una fuente de problemas cuyos postulados son arcaicos. Pretender que la nación toda posea una misma cultura en común es intolerante, demuestra inseguridad y paranoia y es, además, imposible. La cultura cambia con el tiempo, y en ese proceso adquiere elementos de otras naciones. Es algo inevitable. Además, la pertenencia a un país o nación no debe medirse en función de costumbres o cuestiones de folclor. Mejor, debemos preocuparnos de que el país progrese en lo económico, social y espiritual. Dejemos a un lado el temor a la globalización y saquemos ventaja de ella.

El nacionalismo fue siempre una fuente de conflictos sangrientos, y esto debe de cambiar. El nacionalismo y el fanatismo religioso (mas el ateo) deben incluirse en la larga lista de los absurdos que la historia ha presenciado.

sábado, 6 de junio de 2009

REGRESO al pasado, desmemoria histórica








"Todo tiempo pasado fue mejor", dicen los que presumen saberlo todo. Y vaya que no tienen razón. Ese precepto es quizá uno de los mas populares que constantemente nos impresiona, pero al mismo tiempo, uno de los mas equivocados de la historia de la fraseología humana. Ese precepto podría incluirse en un "Manual del perfecto idiota humano".

Porque eso equivaldría a afirmar que, por ejemplo, la prehistoria era mas avanzada en medicina que la época actual (a pesar de que la medicina de los albores del milenio III cura enfermedades que la medicina prehistórica ni de suerte hubiera aliviado). Porque esa frase hueca equivale a decir que la técnica y la ciencia medieval es mas avanzada que la que presenciamos en la actualidad. Por eso mismo, esa frase es idiota e infantil.

Pues sucede que esa frase, "todo tiempo añejo fue mejor", la maneja actualmente el Partido Revolucionario Institucional (PRI) en México, para que la gente que vaya a votar se acuerde de las "bondades" del régimen priista y de paso, censure a través de su voto al "infierno panista".

Y lo peor, no es solo que eso nos lo recuerden constantemente los priistas de la política y la vida sindical (que dicho sea de paso, solo hablan por demagogia). Lo lamentable, lo verdaderamente lamentable, es que muchos ingenuos se crean el cuento de que el PRI fue, a pesar de todo, un partido que "hizo mucho por México". Es que nunca falta un ingenuo que afirme cosas como las siguientes, obviamente para expresar su deseo del regreso al pasado: "El PRI hizo obra", o, "Yo veo escuelas, carreteras, hospitales, calles, monumentos, yo veo un México en el que hubo mucha obra". Y muchos de esos ingenuos, ahora culpan a los gobiernos panistas de la pobreza del país, la exportación de inmigrantes sin oportunidades y la narcoviolencia que azota a varias zonas de la nación.

Nunca faltan los que nos comparan el México del PRI con otros países más miserables (como los de África, Medio Oriente, Centroamérica, la mayoría de los de Sudamérica y las Antillas) para que acabemos convencidos de que el PRI y su triste régimen es la octava maravilla.

Según ellos, ahora resulta que el México que dejaron de gobernar el 1 de diciembre de 2000 era el mejor país del mundo. ¿Que pasaría si estos logros los presumiera el PRI ante un estadounidense, un canadiense, un británico, un alemán, un suizo, un japonés o un australiano? Seguro se reirían de los milagros del PRI.

Primero que nada, esas obras que el PRI construyó a los largo de su gobierno dictatorial (calles, carreteras, caminos, avenidas, monumentos, hospitales, escuelas, centros urbanos, etcétera) eran simplemente su obligación, y además, era lógico despues de tantos años de gobierno. Es que ya sería el colmo que después de tantos años de controlar el poder ejecutivo (y el legislativo y el judicial) no hubiera ni siquiera una escuela, un hospital; vaya, una carretera. En segundo lugar, esas obras las hicieron con dinero público, y por lo tanto, solo administraron el dinero del pueblo (es muy fácil hacer eso, pero muy difícil lograr, en cambio, inversiones que hagan esas obras sin que le cueste un centavo al pueblo). En tercer lugar, la mayoría de esas obras fueron deficientes y verdaderos elefantes blancos. Solo hay que comparar las carreteras de los países del primer mundo con las que nos dejó como herencia el PRI para constatar la diferencia. Cuarto, esas obras, si bien se extendieron a lo largo y ancho del país, además de ineficientes y de mala calidad en la mayoría de los casos, fueron insuficientes, y esto en grados monstruosos tomando en cuenta los años que tuvieron los priistas para dotar a todas las poblaciones de esas obras. Todavía hoy, es común encontrar en México (el México que legó el PRI) aldeas, villas, rancherías, comunidades campesinas y pueblos sin escuelas, sin electricidad, sin agua potable, sin drenaje, sin calles y cuadras organizadas, y hasta sin comunicaciones hechas por trabajo constructivo y no por caminos intransitables, pedregosos, fangosos y hechos a base del constante paso de personas y animales.

El PRI, además, dejó mas pobres de los que había en el país cuando ese partido se fundó en 1929, con otro nombre (en 1929 había menos de 20 millones de pobres, en tanto que en 2000 ya había 54 mil millones de pobres). Ahora es sorprendente que culpen al gobierno del PAN de ese mal. Y muchos le creen, sin tomar en cuenta que el PAN solo lleva 8 años en el poder (el noveno apenas va a cumplirse). Es imposible que en 8 años un partido acabe con tanta pobreza heredada del pasado. De hecho, de los males que hoy agobian al país (me refiero a los males producidos por el hombre) casi no hay ninguno que no sea herencia del PRI. Desde luego, se podrás argumentar que no todos esos males fueron creados por el PRI, y tienen razón en eso los priistas (la pobreza, en efecto, existía en el país desde que los primeros cavernícolas se asentaron en el territorio de lo que en el futuro sería México). Sin embargo, el hecho de que hayan tenido tantos años en el poder para resolver ese problema, y no lo hayan hecho, es suficiente para calificar esos males (como la extendida pobreza) de herencia del PRI. Y esto a pesar de que, si analizamos la historia en detalle, en realidad el priismo gobernó al país mas años de lo que pensamos. Muchos creen que los priistas comenzaron a gobernar el 4 de marzo de 1929, cuando se fundó el partido oficial con otro nombre (es decir, el PRI, aunque en esos años se llamaba PNR). En realidad, los individuos que fundaron ese instituto político gobernaron al país desde, al menos, el fin de la lucha armada revolucionaria (desde 1920). Cuando menos, el priismo gobernó al país 80 años (el dominio político mas longevo del siglo XX). Nunca es mas cierta esa idea que el PRI es un partido que nació desde el poder. Nació en una oficina de gobierno. Esto si que es único en la historia universal.

Si ya 71 años es suficiente para que redujeran al mínimo la pobreza (y acabaran con la extrema), 80 años es mas que suficiente. El que no lo hayan hecho, los hace responsables de la extendida pobreza actual. Gracias al PRI México es un país que arroja personas que emigran del país por la falta de oportunidades, en lugar de ser el destino de inmigrantes que huyan de la pobreza de otros países (ahora resulta patético que los priistas exploten la pobreza y la emigración de mexicanos al norte con fines electorales, como si esto no hubiera existido cuando el PRI gobernaba el país).

Hay otros males que son herencia del PRI, y que ahora le achacan al PAN. La narcoviolencia, por ejemplo, ahora se publicita como un mal "creado por el PAN". Es cierto que la narcoviolencia que ahora tiene lugar es consecuencia del combate contra el narcotráfico que implantó el gobierno de Calderón. Sin embargo, el combate al narcotráfico sin violencia es practicamente imposible, debido al enorme poder del narcotráfico. Ese enorme poder de los narcotraficantes si que es una herencia priista creada por ellos (que no existía antes del priismo en el gobierno). Cuando en los años veinte se fundó el PRI, el narcotráfico existía, ciertamente, pero era minoritario y organizado en pequeñas bandas que hoy serían facilmente dominables, así como lo hubieran sido en ese entonces. Pero claro, el gobierno del PRI protegió, con su corrupción, a las bandas, a cambio de favores, desde luego. La policía protegió a los narcotraficantes, con la complacencia del gobierno del PRI, y al paso de los años, ese negocio creció hasta hacer de las bandas de narcotraficantes verdaderos cárteles con ejércitos poderosos de pistoleros y sicarios. Un negocio próspero que dio enorme poder al narcotráfico, al grado de no poder combatirlo hoy sin que venga acompañado de violencia extrema. Un negocio tan próspero y poderoso que por eso mismo atrajo a gobernadores (del PRI), a jefes de policías estatales y federales, a empresarios ligados al poder y hasta a senadores y diputados.

Por eso mismo, el enorme poder del narcotráfico, que ahora hace imposible el combatirlo sin violencia enorme, es herencia del PRI. Herencia que a diferencia de la pobreza, si fue generado por el PRI. El fenómeno del narcotráfico como un poder autónomo tuvo a su huevo de la serpiente en los gobiernos del PRI. La narcoviolencia es solo un síntoma de un problema heredado del PRI.

Hay otros males heredados del PRI que también fueron creados por ellos. Tales como el ambulantaje que obtaculiza plazas y banquetas, la piratería a gran escala, el burocratismo paralizante del crecimiento, el bajo nivel educativo, el sindicalismo corrupto y poderoso, etcétera. La alta concentración urbana y los problemas que de ello se derivan (destrucción ambiental y delincuencia ingobernable) también es otro mal heredaro por el PRI, toda vez que esto se generó en sus años de gobierno.

Por cierto, a propósito de la pobreza, hay algunos ingenuos que exculpan a los gobiernos priistas, y le hechan la culpa a los sucesos del exterior (y hasta a Estados Unidos). Todavía hay quienes se creen eso de que el PRI "gobernó de acuerdo a las circunstancias", y de que las crisis mundiales hicieron que el PRI no pudiera reducir al mínimo la pobreza. Mentira. Es cierto que las crisis internacionales fueron importantes, pero no son la causa de la extendida pobreza que tiene hoy México. Sobre todo cuando hay otros países que terminaron el siglo XX en el primer mundo, a pesar de que cincuenta años antes (casi la mitad de los que llevaba de existencia el PRI) eran pobres. Algunos, mas tercermundistas que México.

Por ejemplo, tenemos el caso de Irlanda. En 1965 (cuando el priismo ya llevaba casi cuatro décadas de gobierno) Irlanda era una nación pobre, que exportaba inmigrantes y que tenía un nivel de desarrollo mas bajo que México. En el año 2000, esa nación termina entre las mas desarrolladas y ricas del primer mundo, ha dejado de exportar inmigrantes y hasta se ha convertido en un centro de producción de tecnología celular. Y esto a pesar de ser una nación territorialmente mas chica que México, y con menos variedad y cantidad de recursos naturales.

Otro ejemplo sería Japón. Al terminar la década de los cuarenta, el antiguo imperio nipón era más pobre que el México de los cincuenta. En cambio, terminó el siglo XX siendo una nación rica, de primer mundo y productora de tecnología para computadoras. Y tenía condiciones todavía menos propicias que Irlanda para que le ganara a México. en efecto, Japón es territorialmente mas pequeño que México (no le llega ni a tres cuartas partes del país), tiene menos variedad y cantidad de recursos naturales y además, en 1950 ya tenía mas habitantes que México. A pesar de esos obstáculos, Japón demostró, con su progreso, la ineficiencia del PRI- Gobierno.

Taiwan e Israel, en Asia, y Gran Bretaña, Holanda, Bélgica y Luxemburgo serían otros ejemplos (países mas pequeños que México, y con menos recursos naturales que sin embargo, terminan el siglo XX siendo de primer mundo).

Así que cuando el PRI presume sus logros como si por ellos fuera un ejemplo de gobierno, está incurriendo en demagogia. La deuda externa e interna que ahora pagamos es otro mal heredado del PRI (que dicho sea de paso, ha bajado el gobierno panista en cantidades de hasta 50 millones de dólares). Cuando el PRI afirma que no fueron tan detestables como otras naciones como Cuba, las naciones de África y la mayoría de los de América Latina, y que por eso son un ejemplo de buen gobierno, practicamente están como los doctores que curan regularmente a sus pacientes y que se comparan con doctores que no curan nada, o dejan peor a sus pacientes, sin mencionar a los doctores que curan a sus pacientes ejemplarmente. O a los mecánicos que dejan el auto de sus clientes medio funcionando, y se comparan con los mecánicos que no arreglan los autos de sus clientes en nada, también sin mencionar a los mecánicos que dejan solucionados los problemas de un auto. Y así, podríamos comparar con otras profesiones y oficios.

Definitivamente, el PRI no tiene mucho que presumir. Muchas personas ya olvidaron que los errores del PRI- Gobierno fueron, precisamente, el factor determinante que ocasionó la victoria de Vicente Fox Quezada en el verano del año 2000.