domingo, 7 de junio de 2009

NACIONALISMO, refugio de la paranoia






El nacionalismo es un fenómeno que existe quizá desde el fin de la Edad Media. La palabra "nacionalismo" describe un fenómeno del mundo moderno y contemporáneo. La sola mención de esa palabra lleva aparejada sentimientos de filias y fobias que a veces resultan peligrosas.

¿Que es el nacionalismo? El nacionalismo es una palabra que implicitamente asociamos con una manera de entender la lealtad a una patria, pero casi no hay personas que sepan exactamente la definición de esa mágica palabra. Mágica palabra que provoca entusiasmo en algunos sectores, y pavor en otros.

El nacionalismo es la doctrina que propugna la asociación entre Estado y nación. El nacionalismo propugna la congruencia entre nación e identidad común.

Un Estado Nacional o país es una unidad territorial determinada por aspectos jurídicos e internacionales. La palabra "nación" tiene, en cambio, dos concepciones distintas: político- territorial y cultural. En el sentido político- territorial, una nación es sinónimo de país o Estado Nacional. Es una manera mas de nombrar a un territorio perteneciente a una unidad jurídica cuyos límites son reconocidos por la comunidad internacional. Pero en el sentido cultural, la palabra "nación" en realidad hace referencia a un grupos de individuos que tienen un mismo origen e identidad cultural.

Por ejemplo, Túnez es un Estado Nacional o país que se ubica en el norte de África, que mide 163. 610 km cuadrados de extensión, y cuya capital es la ciudad de Túnez. Es decir, podemos afirmar que, en el sentido político- territorial del término, Túnez es una nación, pero ¿lo será en el sentido cultural? ¿Podemos afirmar que todas las regiones de Túnez tienen las mismas características culturales?

De ahí surgen las pasiones del nacionalismo. El nacionalista es aquel que afirma que dentro de las fronteras de un Estado Nacional o un país debe prevalecer una identidad común. El nacionalista se opone a los Estados Nacionales pluriculturales y a lo ajeno, a lo que venga de afuera. El nacionalista puede serlo en lo económico (rechazo de inversiones extranjeras, de la apertura comercial y de la globalización), o en lo cultural (rechazo de elementos ajenos a "nuestra idiosincracia y herencia nacional").

Las pasiones nacionalistas pueden expresarse en diferente intensidad y de diferente forma. El nacionalismo tiene varias caras. Puede tratarse de nacionalistas que pretendan conservar los límites territoriales del país en el que han nacido, y expresar su sentimiento nacional a través de ello. O bien, pueden ser nacionalistas que reivindiquen como su nación solo una parte del territorio del país en el que han nacido, y hasta se formen sentimientos separatistas. Tres ejemplos pueden ser ilustrativos: en 1835, México tenía una entidad, de nombre Texas, en el que surge un nacionalismo separatista que acabó teniendo éxito. En España, el País Vasco ha sufrido una guerra interna librada por el grupo ETA, de tendencia nacionalista separatista. Lo mismo sucede en Rusia, con respecto a Chechenia.

El nacionalismo, a mi parecer, es un refugio de paranoicos e inseguros que ven amenazada su forma de vivir por costumbres extrañas. El nacionalismo tiene una cara positiva y otra negativa. El nacionalismo positivo es aquel que solo critica la penetración cultural y económica extranjera, pero no tienen ideas de dominación imperial. Tampoco tienen actitudes violentas hacia los inmigrantes, e incluso los aceptan siempre y cuando se adapten a la "cultura nacional". Pero existe otra versión, negativa y destructiva, del nacionalismo: el ultranacionalismo o nacionalismo negativo. Este es de carácter intolerante (aspira a un sistema de gobierno autoritario o totalitario, y de una identidad religiosa común), de carácter violento contra los inmigrantes y los disidentes religiosos, y hasta con pretensiones de expansión colonial. Ejemplo de esta clase de nacionalismo lo podemos encontrar en el Ku Klux Klan, de Estados Unidos, los nazis, fascistas y falangistas, en Alemania, Italia y España respectivamente, las sociedades secretas Mano Negra y Boxer en Servia y China, los grupos fundamentalistas islámicos, etcétera.

El nacionalismo no debe de confundirse con el patriotismo. El patriotismo es un sentimiento de pertenencia a una nación o país, y de deber hacia esa entidad jurídica territorial. También, es un sentimiento de defensa del patrimonio nacional y el desarrollo del país. Pero el nacionalismo va mas allá de eso. El nacionalismo siempre piensa en términos de cultura y territorio, y de amenazas externas. El nacionalismo tiende a manejar la idea de un origen y destino común cultural del Estado Nacional, o de la región glorificada como la "nación".

El nacionalismo es un fenómeno que surge con el fin de la Edad Media y el principio del renacimiento. Antes del renacimiento, el sentimiento de pertenencia a un país se basaba en la lealtad a un rey, a una religión o a un Estado teocrático. Sin embargo, con la crisis del sistema feudal y el surgimiento de los Estados Nacionales, el sentimiento de pertenencia a una nación común fue el determinante de pasiones y guerras entre diferentes países.
Este fenómeno se fortaleció sobre todo con las revoluciones. Si antes los gobiernos basaban su legitimidad en la fuente divina, la mayoría de los gobiernos surgidos de las revoluciones basan su legitimidad en la patria. Si antes a los opositores o disidentes se les aplicaba epítetos de procedencia religiosa (blasfemos, herejes), después de las revoluciones y el surgimiento de regímenes políticos laicos los disidentes son descalificados como la "antipatria".

El nacionalismo fue un fenómeno sobre todo de los grupos conservadores. Eran los conservadores los que tronaban contra las nuevas ideas y la pérdida de la identidad nacional. El comunismo fue, en cambio, una reacción contra el nacionalismo. El comunismo marxista aspiraba a la destrucción de las naciones, a la creación de un mundo gobernado en común por la clase obrera en cada país y a un destino humano común. El marxismo incluso usó la palabra "internacional" para nombras a sus organizaciones proletarias de lucha. Sin embargo, esto no impidió que los comunistas se valieran del nacionalismo para obtener popularidad, o sacar ventajas de ello.

Curiosamente, muchos de los actuales gobiernos que se proclaman marxistas usan
un lenguaje nacionalista. Tal es el caso de los gobiernos de Venezuela, Bolivia, Camboya y Corea del Norte.

El nacionalismo es, a mi parecer, una utopía irrealizable y una fuente de problemas cuyos postulados son arcaicos. Pretender que la nación toda posea una misma cultura en común es intolerante, demuestra inseguridad y paranoia y es, además, imposible. La cultura cambia con el tiempo, y en ese proceso adquiere elementos de otras naciones. Es algo inevitable. Además, la pertenencia a un país o nación no debe medirse en función de costumbres o cuestiones de folclor. Mejor, debemos preocuparnos de que el país progrese en lo económico, social y espiritual. Dejemos a un lado el temor a la globalización y saquemos ventaja de ella.

El nacionalismo fue siempre una fuente de conflictos sangrientos, y esto debe de cambiar. El nacionalismo y el fanatismo religioso (mas el ateo) deben incluirse en la larga lista de los absurdos que la historia ha presenciado.

1 comentario:

  1. que show carnalillo, aqui pasando a leer sus textos. Muy interesante el tema, de hecho creo que me lo quemaré para mi blog, jejeje.

    El patriotismo esta en peligro de extincion en nuestra amada patria, creo yo. Lo que abunda es patrioterismo y nacionalismo intolerante, caso de la dizque reforma de Pemex, que al final no significó nada muy interesante o novedoso.

    Saludos, carnal.

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