lunes, 6 de julio de 2009

ELECCIONES 2009: Fracasos y triunfos electorales







Las elecciones legislativas de 2009 en México están siendo históricas en muchos sentidos, como sucede con todas las elecciones (legislativas, ejecutivas, federales, estatales o locales).

Como se sabe, el domingo 5 de julio de 2009 se realizaron elecciones federales en México, con el objetivo de renovar la cámara baja (de diputados). Además, se celebraron elecciones locales en el D. F (con el objeto de renovar a los jefes delegaciones y a las diputaciones locales) y elecciones estatales en seis estados de la república (Nuevo León, Sonora, Campeche, Colima, San Luis Potosí y Querétaro), para renovar presidentes municipales, diputados locales y gobernadores. Los resultados en cierta manera eran previsibles, pero también hubo sorpresas.

El gran ganador de las elecciones fue sin lugar a dudas el Partido Revolucionario Institucional (PRI). El PRI había sido el gran perdedor en las elecciones federales de 2006, pues además de que su candidato presidencial quedó en tercer lugar en votos, en la cámara de diputados había quedado en tercer lugar en cuanto al número de diputados. Solo en el Senado no fue el gran perdedor, pero el hecho de que haya quedado en tercer lugar en la cámara baja y en el conteo de votos para presidente lo hacen el gran perdedor de aquella elección disputadísima (solo entre el PRD y el PAN). En el senado tampoco quedó en primer lugar, y el PAN actualmente tiene mas senadores que el PRI y los demás partidos (el PRI quedó en segundo lugar).

Sin embargo, en estas elecciones ocurrió lo previsible pero hasta el domingo dudoso: la revancha del PRI. El PRI se llevó mas votación que todos los demás partidos. El PRI tendrá, a partir de la legislatura que empezará sus funciones el 1 de septiembre, la mayoría en la cámara baja. El PAN quedó desbancado, del primer lugar en la actual legislatura, al segundo lugar, en tanto que el PRD desciende del segundo lugar al tercer lugar. El Partido Verde Ecologista (PVEM) asciende, de la quinta fuerza política a la cuarta en la cámara de diputados.

Hasta la fecha, todavía no se sabe cuantos diputados tendrá cada partido exactamente, pero no hay lugar a dudas que la información antes descrita es un hecho.

No es la primera vez que un sexenio panista presencia el ascenso del PRI al primer lugar en la cámara de diputados. Como se recordará, en las elecciones federales de 2003 el PRI quedó en primer lugar, con 203 diputados en total, seguido del PAN con 148. Sin embargo, en aquellas fechas el PRI no tenía el antecedente de haber sido el gran perdedor en las elecciones presidenciales de 2000. En las primeras elecciones presidenciales oficialmente ganadas por la oposición, el PRI había quedado en segundo lugar en número de votos para su candidato presidencial (Francisco Labastida Ochoa), en tanto que en el senado había quedado en primer lugar. En la cámara baja había quedado en segundo lugar frente a la Alianza Por El Cambio. Sin embargo, esta situación no perduró mas de un año. Cuando el PVEM se separó de la alianza con el PAN, los diputados del Verde hicieron retroceder al PAN a la segunda posición.

Por esta razón, las elecciones de 2003, ganadas por el PRI, fueron diferentes. Quizá hayan representado un triunfo, pero no comparable al de 2009. Mientras que en 2003 el objetivo era mantener la primera posición (cosa que lograron) en 2009 se trataba de pasar de la tercera a la primera (objetivo logrado).

Otra razón que hacen de esta elección intermedia diferente a la de 2003, es el hecho de que si bien el PRI ganó en ambas el primer lugar, en el primer caso el PRI disminuye su número de diputados (de 208 en 2000 a 203 en 2003). En ese año, el PRI fue el ganador, pero a costa de disminuir su número de legisladores. En cambio, en 2009 veremos no solo al PRI como la primera mayoría, sino además, veremos un incremento de diputados priistas.

En cuanto a las elecciones locales del Distrito Federal, la situación fue benéfica para el PAN, a pesar de que el PRD seguirá gobernando a la mayor parte de las delegaciones. Contra todos los pronósticos, el candidato del PAN en la delegación Miguel Hidalgo derrotó a la corredora Ana Guevara, candidata del PRD. Además, el PAN ganó otras dos delegaciones. El PRD retrocede, pero sigue siendo el ganador a pesar de todo.

En cuanto a los estados, el PRI se llevó cinco de las seis gubernaturas en disputa. Además de retener las de Nuevo León, Campeche y Colima, recuperó la de Querétaro (perdida ante el PAN en 1997) y la de San Luis Potosí (perdida ante el PAN en 2003). El PRI se lleva cinco gubernaturas en disputa, y esto es un logro aun mayor que en 2003, en donde solo se llevó cuatro, además de volver a perder la de Querétaro y perder por primera vez la de San Luis Potosí (aunque en este caso, San Luis Potosí, solo oficialmente, ya que es sabido que en 1991 el régimen priista ganó mediante fraude electoral cometido en perjuicio de Salvador Nava). En las elecciones de 2003 el PRI recuperó Nuevo León.

En 2009, sin lugar a dudas, que diferencia. El PRI gana en cinco estados, y recupera no uno, como en 2003, sino dos (San Luis Potosí y Querétaro).

Pero, al igual que en 2003, el PRI perdió una gubernatura, y en este sentido sin son parecidas las elecciones de 2003 con las de 2009. El estado de Sonora lo pierde el PRI frente al PAN. Este suceso es sin lugar a dudas histórico. Desde el triunfo de la revolución (o desde el fin de ese movimiento armado) el estado de Sonora se cuenta entre los que no han tenido una gubernatura con un gobierno diferente al del priismo (entre esos estados se cuentan, además de Sonora, los estados de Sinaloa, Durango, Coahuila, Colima, Oaxaca, Tabasco, Estado de México, Tamaulipas, Puebla, Hidalgo, Campeche, Quintana Roo y Veracruz). Es decir, 14 entidades del país no han tenido desde la revolución un gobierno ajeno al priismo. Pues a partir del 13 de septiembre, esta cifra se reducirá a 13. a partir de esa fecha, el Partido Acción Nacional (PAN) será el que gobierne, por vez primera, a esa entidad norteña, productora, junto a Sinaloa, de garbanzo y arroz. Las reacciones por este hecho no se hicieron esperar. El gobernador priista Eduardo Bours atribuye, junto con todo el PRI, la derrota al manejo informativo de la tragedia suscitada en la guardería ABC, siniestro que acabó con la vida de varias personas, entre ellos niños. Es cierto que esta tragedia fue fundamental, pero es solo un factor mas. En realidad, Bours enfrentaba escándalos de prepotencia y corrupción en su gobierno. Estos hechos, junto al de la guardería, y el carisma del candidato panista, fueron fundamentales en el triunfo del PAN en Sonora.

Sin embargo, contrario a lo que muchos pudieran pensar, al PAN en realidad no le fue tan mal como pudo haberle ido. El PAN, además de ganar el estado de Sonora, tres delegaciones en el D.F y de quedar como la segunda fuerza electoral, ganó varias alcaldías, como la de Monterrey. Estos logros son loables, toda vez que la crisis económica mundial y sus efectos en México, mas la narcoviolencia, pudieron haber ocasionado un retroceso estrepitoso en el PAN. Esto no ocurrió, y en cambio, el gran perdedor de los partidos mayores es el PRD. De ser la segunda fuerza legislativa en la cámara de diputados, pasó a ser la tercera. El número de sus diputados se redujo notablemente. Es este aspecto donde se diferencia las elecciones de 2009 con las de 2003. en aquella ocasión, el PRD, a pesar de haber quedado en tercer lugar, aumentó su número de diputados respecto a las elecciones de 2000 (en ese año, el PRD obtuvo 53 diputados, en tanto que en 2003 aumentó a 97). Este hecho hace que el PRD haya sido, en aquellas elecciones de 2003, el segundo ganador, a pesar de haber quedado en tercer lugar. El PAN redujo su número de diputados en aquel año (de 207 en 2000 a 148 en 2003), y esto señaló un hecho: el PAN era el perdedor de aquellas elecciones.

En 2009, en cambio, el PAN no es el gran perdedor de los principales partidos. El gran perdedor es el PRD, que además de quedar en tercer lugar, como en 2003, redujo su número de diputados. El efecto López Obrador, que casi los lleva al triunfo en 2006, ahora les afectó, de manera notable, en la cámara de diputados, y no se espera que el PRD gane las elecciones presidenciales de 2012.

A todo esto, ¿Qué pasará en 2012? ¿Ganará el PRI la presidencia como muchos ya pronostican? ¿O es esa percepción un espejismo que les está causando una ilusión? Después de todo, hay que recordar que las elecciones legislativas siempre son poco concurridas, y es verdad que en muchos distritos el PRI ganó con la ayuda del abstencionismo electoral. Esto puede cambiar en una elección presidencial. Aunque no es descabellado pensar que el PRI podría regresar a los Pinos en 2012, tampoco es seguro que lo logre. Esto dependerá de muchos factores que tendrán tiempo de hacer impacto en estos tres años de la administración de Felipe Calderón. La campaña por la presidencia ya comenzó, a partir de que a las 6 de la tarde del cinco de julio se cerraron las casillas. Ahora falta esperar tres años para ver si el triunfo del PRI en las elecciones que acaban de pasar redunda en un triunfo presidencial, o si solo es un espejismo alimentado por la baja votación del domingo y algunos medios de comunicación.

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