jueves, 26 de marzo de 2009

EL regreso del pasado ¿Posible revancha en 2012?



El 2 de julio de 2000, México vivió una de las elecciones presidenciales mas competidas y monitoreadas de la historia. Elecciones que destacaron por ser las primeras después de la reforma electoral de 1996 que acabó con el dominio de un partido en los órganos electorales y en las casillas; en pocas palabras, le quitó al partido en el poder el control, la organización y el conteo de los votos. Pero estas elecciones destacaron por algo mas importante, que dio la vuelta al mundo entero: el fin del régimen priista, el dominio político mas longevo del siglo XX.

El Partido Revolucionario Institucional (PRI), el partido que estaba en el poder y a través del cual gobernaba la clase política triunfante desde la revolución, se resignó a perder lo que hasta entonces era inimaginable que perdería: la presidencia.

Fue durante el sexenio de Vicente Fox cuando el PRI, ya fuera del poder, intenta recuperarlo mediante la estrategia de bloquear las reformas presidenciales en el congreso, con la idea de que, al irle mal al partido en el poder, la gente deseara el regreso del pasado. Estrategia que fracasó, pues en las elecciones de 2006, a parte de quedar en tercer lugar en el número de diputados, su candidato presidencial quedó en un lejano tercer lugar en el conteo de votos (por debajo de Felipe Calderón Hinojosa, que quedó en primer lugar, y de Andrés Manuel López Obrador, que quedó en segundo lugar).

Sin embargo, fue justamente en esa jornada postelectoral cuando el PRI comienza a beneficiarse. Por un lado, el PRD no reconoce el triunfo de Felipe Calderón (legítimo presidente) e inicia una antidemocrática y mesiánica rebelión "pacífica" que incluye bloqueos a fuentes viales, agresiones a la camioneta del presidente electo, descalificación de los tribunales electorales, mentiras en torno a supuestas acciones de fraude, etcétera. El bloqueo de la avenida Reforma y las acciones radicales del PRD en el congreso hacen que este instituto político pierda popularidad, y si en las elecciones su candidato había obtenido poco mas de 35 % de votos, una encuesta de esos días demostró que si las elecciones se hubieran repetido, AMLO hubiera obtenido solo un 17 %.

Por otro lado, el PAN, el partido en el poder y el que ganó las elecciones de 2006, responde a la violencia del PRD en el congreso dias previos a la toma de posesión de calderón como presidente. Además, durante los primeros años que han transcurrido del sexenio de Calderón, el PAN se ve imposibilitado de hacer las grandes reformas estructurales para crecer, y esto crea en la ciudadanía una imagen del PAN como un partido incapaz de gobernar.

En este contexto, el PRI comienza a jugar el rol que aparentemente le está dando beneficios en imagen y posible control del congreso, después de las elecciones intermedias de 2009; y posteriormente, en 2012, del posible retorno al poder presidencial, lo cual sería una revancha del pasado contra el presente.

El PRI ha jugado la estrategia de presentarse como un partido de "centro", en medio de los radicalismos de "derecha" e "izquierda" del PAN y el PRD, respectivamente. Su estrategia, por lo que se puede percibir, es actuar de una manera tal que parezca el partido negociador entre los dos extremos irreconciliables. Volver a ser el "fiel de la balanza", como se decía antes. Este juego le ha reportado beneficios. Muchas encuestas de opinión y algunos comentaristas dan como un hecho que el PRI obtendrá mas diputados en las elecciones legislativas de este año. Y existe la posiblidad de que el PRI no solo repetirá su éxito de 2009 en 2012, sino que en ese año, es muy seguro de que obtenga el control del senado y el premio mayor: la presidencia. Estas percepciones son compartidas por la población.

Desde luego, las opiniones en torno al regreso del PRI a los pinos se dividen. Hay quienes afirman que el regreso del PRI sería bueno ante el radicalismo del PRD y la apatía del PAN. Hay quienes aseguran que el PRI "ya cambió", y que los "malos" ya se fueron al partido del sol azteca (ciertamente, muchos priistas del pasado emigraron a ese partido ante el posible triunfo de López Obrador, pero aun quedan en el PRI muchos de esos priistas del pasado). Los menos, aseguran que a pesar de los fracasos del PAN, el regreso del PRI es un retroceso y no es lo que aparentemente creen muchos mexicanos (opinión que comparte quien esto escribe).

Pero mas allá de las percepciones, lo cierto es que el triunfo del PRI en 2009 y en 2012 es una posibilidad muy grande. Si regresa, estaremos presensiando una revancha del pasado contra el presente. Si pierde, cabe la posiblidad de que la revancha se realize después, quizá en 2018 o en 2024. De cualquier manera, una cosa es cierta: si el PRI gana las elecciones, podrá obtener muchos de los beneficios del pasado, e incluso, es posible que pueda ejercer ciertas presiones sobre los medios de información (prensa, radio y televisión), pero en cambio, será ya muy difícil que gobierne con el mismo control y el mismo aparato de Estado que tuvo a su disposición durante casi todo el siglo XX. Esto por muchas razones, pero una de ellas, por el hecho mismo de que el regreso del PRI ya no sería el regreso de toda la clase política que dejó el poder en 2000: esa clase política se desintegró a lo largo del primer sexenio de transición (por disputas y otras razones) y parte de esa "familia revolucionaria" está fuera del partido: los del PANAL y gran parte del PRD pejista.

Por lo tanto, mas que un regreso de la clase política surgida de la revolución, acaso sería el regreso de una parte de esa familia antaño dinástica. Mas que un segundo régimen priista, quizá sería un régimen salinista, madrazista o neopriista. Pero eso depende primero de si la percepción popular se cumple: la de que el PRI volverá, por sus fueros, al poder en 2012.

1 comentario:

  1. Me ha gustado la parte final, porque metes ya mas reflexion. Al principio de la columna, se nota mas bien analisis acerca de lo que sucede, pero ya en la parte final es mas de tu cosecha.
    Creo que el regreso del PRI al poder seria negativo desde un punto de vista político, ya que sería el regreso del pasado y de los mismos protagonistas. Pero tambien en la economia y en la sociedad se vería una afectación, ya que los priistas, al fin y al cabos, siguen siendo los mismos, con las mismas ideas estatistas en muchos casos y, si no, al menos mercantilistas.
    El PRD ni hablar, son los peores, una bola de burócratas y políticos profesionales dedicados a derrumbar todo lo bueno que se haga. Creo que el PAN, al menos para mí, sigue siendo la mejor opcion, a menos que salga otra cosa, que no parece que vaya a suceder.
    Sigue escribiendo, pero PUBLICITA tu blog un poco mas, carnal. Saludos. Te sigo leyendo.

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