viernes, 6 de marzo de 2009

TIEMPOS actuales ¿fin del capitalismo librecambista?



Escribir estas líneas lleva a reflexionar en torno a los tiempos actuales y a la economía.

El tiempo que vivimos es de crisis económica. Una crisis mundial que azota a todos los pueblos. Una crisis económica que de una u otra manera, impacta en el mundo entero, debido a las constantes caídas de las bolsas financieras, al cierre de negocios, a la pérdida de hogares, a la falta de inversiones; en fin, a muchos otras consecuencias.

Este tema (la crisis mundial y su impacto) viene a cuento debido a las afirmaciones que constantemente vienen escuchándose de boca de muchísimas personas (estudiantes, intelectuales, periodistas, políticos, comentaristas, etcétera). Una de estas afirmaciones es esta idea de que el capitalismo librecambista finalmente ha fracasado, y que debemos buscar un sistema mejor (que se sería, según estas personas, un sistema proteccionista y estatizante). Otra afirmación, no menos temeraria, es la idea de que Estados Unidos ha iniciado su fase de decadencia, o mejor explicado, que el estilo de vida que "nos promueve Holliwood" ha iniciado su fase final. Muchos economistas incluso ya predicen que China desplazará a Estados Unidos como potencia dominante.

Cuando la crisis económica recién comenzó, una gobernante populista, de nombre Cristina Kirchner (presidenta de Argentina) afirmó que el estilo de vida estadounidense ha caído en desprestigio. No lo dijo con esas palabras, pero lo dio a entender. Otro populista, el dictador pintoresco Hugo Chávez Frías (de Venezuela) afirmó que "el capitalismo hay que enterrarlo". Afirmaciones parecidas han hecho circular otros mandatarios de la línea neosocialista (para distinguirlos de los antiguos socialistas de los tiempos del muro de Berlín). También otros líderes políticos, sindicales y de opinión expresan análogas declaraciones.

Estas declaraciones las podemos ver en personas de la calle. Muchos trabajadores creen esas patrañas y falacias. Lo mismo muchos estudiantes y profesores.

¿Es verdad que el capitalismo de libre mercado ha fracasado y llegado al principio del fin? ¿China será la gran potencia a donde se dirigan los trabajadores del primer mundo? Así parecen creerlo muchos. Y digo "parecen", porque muchos como los dictadores populistas y antiestadounidenses, mas sus acólitos y seguidores de la intelectualidad y el periodismo, lejos de afirmar esas mentiras porque de verdad se las crean, es en el fondo un deseo. Un deseo oculto, pero que se puede percibir en la alegría que instintivamente reflejan cuando hacen esas afirmaciones. Un deseo que ocultan a las masas, como Chávez, que afirmó no querer que eso ocurra (la decadencia de Estados Unidos) pero que según el, los venezolanos tendrían que prepararse para recibir a los inmigrantes (el muy tonto cree que los estadounidenses van a cambiar la crisis económica de su país por la miseria de Venezuela, agravada ahora por la crisis económica y de los precios del petróleo, elemento primario del que depende en su mayor parte las divisas de su país).

Estados Unidos y el mundo entero (incluso los de economía estatista, como Venezuela) están pasando- es verdad- por una crisis económica originada desde Estados Unidos. Sin embargo, esta crisis económica dista mucho de ser lo que los antiestadounidenses y los enemigos del libre cambio desean: el fin del capitalismo liberal, al que han satanizado despectivamente con el nombre de "neoliberalismo", o "capitalismo salvaje". Ciertamente, la crisis económica actual pone sobre la mesa una cuestión: el error en el que cayeron muchos economistas y creyentes del capitalismo liberal de creer que el sistema de libre mercado era la panacea (es decir, de que teniendo capitalismo de libre mercado era suficiente para superar las crisis económicas). Un error que hoy se rebela.

Por supuesto, el capitalismo de libre mercado es la principal herramienta para el progreso económico y social, ya que un sistema estatista o de control total de los medios de producción por parte del Estado no hace mas que matar la libre iniciativa de los individuos, convirtiéndolos en robots que solo esperan instrucciones de los burócratas que dirigen las fábricas, mercados, bancos, tierras, etcétera. Sin embargo, para que haya progreso, se requiere algo mas: medidas de beneficiencia social o asistencial (que todos los países de primer mundo tienen), y una política macroeconómica de finanzas públicas sanas. Esta última condición no la cumplió el gobierno de George W. Bush. Durante su gobierno, Estados Unidos apoyó mas de lo necesario con dinero público a las tropas militares estacionadas en Irak y Afganistán. Estos gastos excesivos e innecesarios provocaron grandes déficits, y combinados con otros gastos excesivos de los que la prensa de economía ha hablado, provocaron un caldo de cultivo que fue gestando la crisis económica de Estados Unidos y por ende, del mundo entero (que depende, les guste o no a los Chávez y Castro, del coloso americano).

Es esto lo que ha provocado la crisis y el fin de la bonanza económica que el gobierno de Bill Clinton le dejó en herencia a Bush. No el capitalismo liberal. El solo hecho de que los países que viven en capitalismo liberal tengan etapas de prosperidad y bonanza económica demuestra que es el manejo de las finanzas lo que hace la diferencia, no el estatismo o el socialismo que pregonan los populistas.

Además, como señala en una columna del periódico estadounidense "The New Herald" el excelente periodista argentino nacionalizado estadounidense Andrés Oppenheimer, no se ha visto que la crisis económica de Estados Unidos esté dezatando una ola de inmigrantes de Estados Unidos y los países de primer mundo a Venezuela, Argentina, África y otros países pobres de economía cerrada, o recientmente liberada. Como si ocurrió, en cambio, olas de inmigrantes de los países de la Europa secuestrada a Occidente, cuando el sistema político de socialismo totalitario cayó, abriendo las puertas de la libertad de emigrar a todas las personas que retuvieron mediante el terror, la amenaza de detención, mallas, púas y muros. Ese dato sirve para confirmar que la economía en esos países siempre fue decadente, y que tuvo que llegar la caída de esos sistemas dictatoriales y un debilitamiento de las autoridades para que los europeos del bloque "comunista" escaparan de la postración económica, del terror ideológico y del aislamiento.

Por otro lado, la crisis económica actual es pasajera. Será terrible y difícil de despejar (como todos los problemas que en algún momento resienten las naciones) pero pasará, sin necesidad de que la libertad económica retroceda. Y esto por una razón: a diferencia de los sistemas de economía cerrada, en Estados Unidos y el mundo libre son los ciudadanos los que levantan la economía. El gobierno deberá hacer su parte, que es corregir el mal manejo de las finanzas (lo que tarde o temprano hará Barack Obama, el nuevo presidente de Estados Unidos) pero corresponderá a los ciudadanos (trabajadores, empresarios, sociedad civil, estudiantes, profesionistas, etcétera) los que harán la tarea de levantar a sus países (no solo a Estados Unidos, sino a los demás países del primer mundo y a los países pobres que liberalizen su economía). Por mas que muchos pronostiquen lo contrario, y contra los deseos de otros, Estados Unidos seguirá siendo la potencia económica por excelencia, incluso por arriba de China.

Que bueno que se hable de la crisis y se cuestionen los mitos, pero dejemos a un lado la fantasía: la de que el capitalismo liberal ha llegado a su fin, y la de que Venezuela y los países de economía cerrada deberán prepararse para recibir a los inmigrantes. Eso solo es populismo- ficción, un sueño que desearía Chávez y que nunca verá. Ni viviendo mil años.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario